Andaba Angel Marcos cambiándose aún tras su paso por la ducha cuando recibió en su móvil la llamada del presidente, Martínez Doblas. La plantilla del Díter al completo tenía que acudir al ayuntamiento para ofrecer desde la balconada de la alcaldía el ascenso a toda la población. El técnico coordinó la operación traslado desde el estadio a los alrededores del hotel Huerta Honda, lugar de concentración, en una ruidosa procesión de vehículos, sentimientos y euforias. Luego a pie hasta la plaza del edificio municipal y allí se desbordó la fiesta. Muchos jugadores se metieron literalmente en la fuente que rubrica la plaza y corearon los gritos y cánticos de la afición: "Adiós, a Tercera adiós; adiós, a Tercera adiós", o ese "El año que viene, Zafra-Badajoz; el año que viene, Zafra-Badajoz; la, la, la, la...".

Cuando los jugadores aparecieron en el balcón, y a pesar de las limitaciones de la megafonía, la plaza fue un clamor en azulino . Los centenares de camisetas confeccionadas para la ocasión, con la leyenda "Mucho Zafra, oe!!" ponían color a la noche. Habló el alcalde, Manuel García Pizarro, y se mostró feliz. Recordó el descenso del pasado año, aunque matizó que "fue una derrota en el campo" ante el rictus de desacuerdo de miembros de la plantilla y aficionados, y dio paso al presidente, Martínez Doblas, mucho más expresivo. También se refirió el mandatario a lo sucedido un año atrás: "algunos nos quedamos sólo para devolver a Zafra lo que se le había quitado. Y ahora podemos decir que la misión está cumplida. Volvemos a estar en una categoría que no merecimos perder". Quien tocó la fibra sensible fue el capitán, Angel Macías. "El año pasado todos lloramos. Pero ahora reímos, porque estamos otra vez en 2 B".

Tras bajar de la balconada del ayuntamiento se vivió otra de las escenas entrañables. Aguardaban a los héroes sus familiares a las puertas del ayuntamiento. Y entre ellos los hijos de algunos, como el del jugador Carlitos, que aguantó hasta entrada la madrugada repartiendo cariño. También estaba el hijo del presidente, Antonio Martínez, que no se perdió la celebración a pesar de su temprana edad. Se fotografió con su abuelo, el expresidente Antonio Martínez Buzo, mientras éste repetía: "Esta es la foto del día del ascenso, esta es la foto del día de un día grande del Díter". Enseguida fueron al hotel Huerta Honda, donde se improvisó una cena.

Decisiones tomadas

En medio de la cena volvió a intervenir el capitán, Angel Macías, que fue quien dotó de contenido el brindis. Explicó que algunos se quedaron tras el descenso del pasado año para conseguir lo que se logró el domingo y que estaba muy feliz. A esas alturas la fiesta ya se había desatado y continuó en el famoso Paddy Virutas hasta bien entrada la madrugada.

Al margen de guiños, se vio a presidente y técnico hablando con un edil segedano en una terraza próxima. Pero las decisiones parecen firmes y ni Doblas ni Marcos quieren continuar. Y la fiesta sigue. Hoy capea en la finca de Julio Alfonso Martín y luego lo que venga.