Mikel Nieve (26 años, Leitza, Navarra) es un corredor con carácter. Lo demostró el año pasado en la Vuelta. Tomó las riendas de un Euskaltel sumido en la depresión tras la caída de Igor Anton, con la carrera ganada, y se impuso en la etapa reina de la ronda española, en la cumbre asturiana de Cotobello. Ayer evidenció que las jornadas de cinco estrellas son las suyas. Aparte del triunfo se aupó hasta la quinta plaza de la clasificación general.