Eslovenia, un país de tan solo dos millones de habitantes, sucede a España en el palmarés del Eurobasket tras vencer a Serbia en la gran final (93-85) en un gran partido, sobre todo a nivel ofensivo. La lucha entre las dos escuadras balcánicas fue sin cuartel, llevando los eslovenos casi siempre la iniciativa en el marcador. El jugador clave fue indiscutiblemente el base Goran Dragic (Miami Heat), que terminó con 35 puntos (26 de ellos en la primera parte). Una lesión del madridista Luka Doncic le impidió jugar buena parte del choque. Bogdanovic acabó con 22 en el bando perdedor.