ESPAÑA: (17+21+32+17) Carles Marco (5), Lucio Angulo (15), Carlos Jiménez (-), Jorge Garbajosa (13), Eduardo Hernández-Sonseca (17) --cinco inicial--, Carlos Cabezas (10), José Manuel Calderón (6), Oriol Junyent (-), Iker Iturbe (11) y José Antonio Paraíso (10).

DINAMARCA: (8+19+5+14) Colman (2), Madsen (-), Mikel Larsen (3), Christoffersen (2), Michael Andersen (19) --cinco inicial--, Thuesen (2), Langvad (12), Laulund (-), Kingombe (6) y Hansen (-).

ARBITROS: Cabral (POR) y Maestre (FRA). Excluyeron por cinco faltas personales a Laulund (m.36).

Dinamarca, la penúltima maría del grupo en el que España busca la clasificación para el Europeo de Suecia 2003, pasó a la historia anecdótica de esta ronda continental como estaba previsto, sin aportar nada, en espera del partido que auténticamente le interesa al equipo nacional: el del miércoles frente a Israel.

La doble visita a Tel Aviv, donde el mismo día también juega la selección femenina, encierra la llave para obtener el pasaporte al campeonato sueco de forma prácticamente definitiva. Si España gana en el pabellón de La Mano de Elias solucionará el pase en espera de los dos últimos encuentros clasificatorios, ya en enero, contra Bélgica y Grecia.

Después de triturar a Rumanía en Cluj (70-96) el pasado miércoles, con el viaje a Israel a la vuelta de la esquina y tras colocarse con diez puntos de ventaja en siete minutos (15-5 m.), España se tomó un descanso los siguientes minutos (17-13 m.13).

La llamada al orden de Moncho López reactivó los circuitos de la selección, que no dejó pasar la oportunidad de dar la alternativa a Edu Hernández-Sonseca. El desenlace del partido finalmente fue el esperado, con una diferencia de 41 puntos, que marcaron las diferencias entre el baloncesto español y el danés.