Lleida. Abril de 1999. Esa fue la última vez que España perdió una eliminatoria sobre tierra batida. Fue contra el Brasil de Gustavo Kuerten. Desde entonces han pasado nueve años y el equipo español no solo no ha perdido ninguna de las 15 eliminatorias que ha disputado en esa superficie sino que ha conquistado dos Copa Davis (2000 y 2004). A partir de hoy (12.00, TVE-1) intentará aumentar su leyenda en las semifinales que le enfrentan a Estados Unidos, actual campeón del torneo y con 32 títulos.

"España es superfavorita", recordaban ayer los periodistas estadounidenses a Patrick McEnroe, el capitán de EEUU, no solo porque juega en casa, sobre tierra, con el apoyo de casi 20.000 espectadores que a partir de hoy está previsto que llenen los tendidos de la plaza de Las Ventas, sino porque sus jugadores se las verán con Rafael Nadal, número uno del mundo y campeón olímpico. Su nombre fue el que Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, sacó ayer en el sorteo para conocer el duelo que abría la eliminatoria, celebrado en la Real Casa de Correos, actual sede del gobierno autónomo madrileño, que se ha desvivido para organizar el acontecimiento con toda la pompa posible para reforzar su imagen cara a la candidatura de los Juegos del 2016.

MORENITO DE MANACOR Al joven debutante, Sam Querrey, de 20 años y número 39 del mundo, le tocará abrir el paseíllo hoy ante Nadal al que han bautizado como Morenito de Manacor, en un cartel hecho expresamente, como si fuera el maestro de una corrida de Las Ventas en la que le acompañarán David Ferrer, Davidete; Fernando Verdasco, El Farru; Feliciano López El torpedo de Toledo y Nicolás Almagro, El Niño de la Huerta.

Querrey, que nunca antes había pisado una plaza de toros, no se sentirá precisamente un matador. "¿Ha pensado cómo va a ganar a un número uno como Nadal?", le preguntaron ayer. Su cara fue de resignación. "Le haré muecas y poco más. Voy a jugar contra el mejor jugador de tierra de todos los tiempos. Espero que mi servicio me ayude", dijo, contento de saltar el primero a la arena. "Al menos no tendrá que esperar en el vestuario. Se evitará esos nervios", dijo McEnroe, consciente de que las opciones pasan por las manos de Andy Roddick y el doble: "Ellos son los favoritos. Para ganarles deberemos arriesgar y aprovechar la ventaja de jugar en altitud".

LA ALTITUD Esos 600 metros sobre el nivel del mar de Madrid es la gran preocupación de los tenistas españoles y la razón por la que se enfrentaron al presidente de la federación española, Pedro Muñoz, cuando se eligió la sede de Las Ventas. "Si jugase al nivel del mar y estuviera rodado sobre tierra podría sentirme más cómodo, pero vengo de jugar en cemento y Querrey es un jugador peligroso por su servicio. Será dificilísimo" advirtió Nadal.

Igual pensaba Emilio Sánchez. "Debemos respetar a los americanos y dar el cien por cien porque sino los partidos se complican y luego te pilla el toro". El toro también ha estado a punto de pillar a la organización. Ayer, a última hora, todavía se estaban pintando las líneas de la pista.