De nada sirve el título mundial conquistado en 2013, ni la medalla de plata lograda hace apenas un par de meses en el Europeo de Polonia, la selección española de balonmano deberá someterse a un nuevo examen para sellar su billete hacia Río en el preolímpico que arranca hoy en Malmoe (Suecia).

Una reválida que no se antoja nada sencilla para el conjunto español, que se medirá con Eslovenia --rival esta tarde a partir de las 17.00 horas--, Irán y Suecia en busca de una de las dos plazas en juego para la cita olímpica, en un torneo en el que no se podrá contar con el portero Arpad Sterbik a causa de unas molestias en la espalda. El percance de última hora propiciará el debut en una competición oficial del guardameta Rodrigo Corrales.

No será el único contratiempo que deberá resolver el seleccionador Manolo Cadenas, que se ha visto obligado a citar con urgencia al extremo Pedro Rodríguez para cubrir la ausencia temporal de Víctor Tomás, que abandonó la concentración para asistir al nacimiento de su primer hijo.