La selección española retorna a la competición oficial después de los Juegos de Atenas 2004 en Novi Sad, a poco menos de ochenta kilómetros de Belgrado, frente a Serbia y Montenegro, anfitriona del Europeo 2005 (20.30, TVE-1), y ante una de las aficiones más calientes de la antigua Yugoslavia.

El rival, el ambiente, el siempre complicado debut cuando se trata de un torneo internacional y la ausencia de Pau Gasol, el jugador que ha liderado al equipo en el bronce continental de Turquía 2001, el quinto puesto mundial en Indianápolis 2002, la plata europea de Suecia 2003 y la aventura olímpica del verano pasado, sitúan a España ante una verdadera prueba de fuego.

El partido ante el combinado que entrena el cinco veces campeón de la Euroliga Zeljko Obradovic está considerado, en términos de seguridad, de alto riesgo. España está rodeada de grandes medidas de seguridad, muchas más que las dispuestas para los demás equipos. Las heridas de la guerra en Kosovo siguen abiertas en Serbia y cualquier precaución es poca. Esa circunstancia también pesará en el ambiente que vivirá el SPES Center, un pabellón con capacidad para más de 7.000 espectadores.

El choque contra los serbios es clave para aspirar a la primera posición del Grupo D, cuyo ganador pasará directamente a las eliminatorias de cuartos de final. El segundo y el tercer clasificado tendrán que disputar una eliminatoria previa con sus homólogos del Grupo C, ubicado en Belgrado y formado por Eslovenia, Francia, Grecia y Bosnia.