Carlos Moyà ha vencido al número uno australiano Mark Philippoussis, por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (4) para mantener la esperanza española en la final de la Copa Davis que se disputa en el Rod Laver Arena de Melburne, donde al término de la primera jornada el resultado es de 1-1.Antes, Lleyton Hewitt había logrado el primer punto al derrotar al número uno español Juan Carlos Ferrero, por 3-6, 6-3, 3-6, 7-6 (0) y 6-2, después de un maratón de tres horas y 50 minutos, donde el físico y la garra del jugador de Adelaida ha terminado imponiéndose.Pero en el segundo partido, Moyà, que no ha jugado Wimbledon en los dos últimos años, ha logrado imponerse en tres horas y 14 minutos a Philippoussis, finalista este año en el All England Club, para nivelar la contienda.Mañana sábado, Alex Corretja y Feliciano López se enfrentarán contra Todd Woodbridge y Wayne Arthurs en el tercer punto de esta final.Incidente con el himno nacional españolEl incidente provocado por la interpretación del himno de Riego de la República, en vez del oficial español en la presentación de los equipos, ha marcado la primera jornada de la final de la Copa Davis.La eliminatoria no ha podido comenzar peor para el conjunto español que ha asistido estupefacto a la interpretación del trompetista James Morrison de un himno diferente, lo que ha provocado la indignación y la consiguiente protesta oficial de la delegación española encabezada por el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo, y del embajador de España en Camberra, José Ramón Barañano.La Federación Australiana de Tenis, responsable de los actos de toda la eliminatoria, en una carta enviada a Agustín Pujol, presidente de la Federación Española de Tenis, ha pedido disculpas por todo lo sucedido, admitiendo su responsabilidad, y comunicando que durante las jornadas siguientes del sábado y el domingo, se interpretarán de nuevo los himnos de los dos países para reparar en la medida el error cometido.La Federación Australiana repite que el error "fue involuntario y por el que pedimos disculpas sin límites, no solo al equipo español sino también al resto de los españoles presentes".Nada más sonar los primeros compases del himno de Riego, Juan Antonio Gómez Angulo y el embajador español se levantaron de sus asientos y el secretario de Estado se ha dirigido a los jugadores gritándoles y haciéndoles gestos desde la grada, "no empecéis a jugar, me hago responsable de la situación", les ha dicho.Luego el secretario de Estado ha comentado: "La delegación española ha sido objeto de una ofensa y también la nación española. La protesta irá más allá de lo que es la competición deportiva y exigiremos a la Federación Internacional que abra una investigación oficial para saber como se ha llegado a esta situación, una ofensa intolerable en una final de tanta trascendencia deportiva".En iguales términos se ha expresado el embajador español José Ramón Barañano. "Nos han sido ofrecidas disculpas oficiales y el himno nacional ha sonado después pero no es suficiente, no nos satisface totalmente", ha dicho."Los jugadores españoles se han sentido ofendidos", ha dicho Gómez Angulo, "pero si hay algo positivo es que todo este incidente debe motivarles todavía más si es posible", ha comentado el secretario, quien también ha pedido que se disculparan ante la embajada española en Australia y que el Gobierno de este país diera una explicación."Además quiero resaltar el excelente comportamiento de los aficionados españoles que reaccionaron de la forma correcta cuando nos vieron abandonar las gradas en señal de protesta. Apoyaron nuestra medida y aplaudieron cuando el verdadero himno nacional sonó", ha afirmado.Juan Carlos Ferrero ha declarado, por su parte que había sido "un error bastante grande" por parte de la organización. "Lo intentaron solucionar luego como pudieron"."Gómez Angulo estaba un poco indignado, al igual que todos nosotros. En mi caso yo estaba muy concentrado en el partido y no quise hacer un problemón", ha dicho.