ESPAÑA: (17+22+23+17) Calderón (8), Navarro (17), Jiménez (9), Garbajosa (14), Gasol (2) -cinco inicial-, Reyes (-), Cabezas (2), Mumbrú (14), Rudy Fernández (11), Sergio Rodríguez (2), Berni Rodríguez (-) y Hernández-Sonseca (-).

ARGENTINA: (14+17+16+20) Pepe Sánchez (5), Ginobili (1), Nocioni (15), Scola (5), Oberto (16) -cinco inicial-, Prigioni (6), Wolkowyski (5), Delfino (7), Fernández (4), Herrmann (3), Farabello (-).

ARBITROS: Redondo, Ortega y Garmendia. Excluyeron por personales a Nocioni (m.37). INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la final del Torneo de Madrid. Roger Esteller, Ignacio Rodilla y Antonio Espinosa fueron homenajeados por la Asociación de Baloncestistas.

España salió vencedora del primer amistoso importante de la preparación mundialista pese a enfrentarse a Argentina, la actual campeona olímpica, sin la participación de Pau Gasol a partir del primer cuarto, ya que el ala-pívot tuvo que retirarse tras recibir un golpe en la zona lumbar que le hizo resentirse de sus molestias de espalda.

El equipo español pudo con los argentinos pese a la baja de su gran estrella, que sólo participó en los siete primeros minutos del choque. Con todo, España llegó a tener una máxima ventaja de veintitrés puntos (57-34) y fue superior a un rival de mucho crédito que, tampoco hay que olvidarlo, apenas ha completado quince días de preparación.

Tras un primer cuarto igualado, el marcador saltó de un 22-22 a un 29-22 (m.17) y, a continuación, a un 39-28 (m.19). La presión defensiva, muy eficaz para la recuperación de balones, asentó a los hombres de José Vicente Hernández. España se había embalado a través del sacrificio defensivo y las salidas al contragolpe.

ENRACHADOS El intermedio no afectó al ritmo local. Alex Mumbrú soltó la muñeca para clavar dos triples seguidos que llegaron al mentón de Argentina (51-34 m.24). Juan Carlos Navarro también se sumó a la fiesta (57-34 m.25) sin que Gasol pudiera presenciarlo. No volvió de los vestuarios tras el descanso.

España supo desenvolverse sin él. Argentina sólo pudo anotar dieciséis puntos en el tercer cuarto (62-47) y eso, gracias a un repunte en el epílogo del tramo.

La defensa siguió siendo la clave del equipo nacional en el último cuarto, pero el combinado albiceleste apretó. Los veintitrés puntos de diferencia máxima habían descendido a once (66-55) a más de siete minutos para la bocina. Entretanto, la rotación de Pepu Hernández movió mucho a los hombres exteriores, a los que quería frescos para oponerse al perímetro suramericano y no hubo problemas.