La selección española de voleibol desperdició una nueva oportunidad de clasificarse para los Juegos de Pekín al perder en una agónica final ante Serbia (2-3), en un partido que había comenzado dominando por 2-0. Los tanteos fueron 26-24 (27´), 24-16 (21´), 19-25 (24´), 15-25 (21´) y 15-17 (16´) y dejan desolado al equipo nacional. A partir de ahora, al sueño olímpico solo le queda una opción: ganar uno de los preolímpicos mundiales que se disputarán en mayo.

En la ciudad turca de Esmirna el equipo español tuvo en su mano el pasaporte pero se confió en exceso ante un adversario curtido en finales internacionales.

A un conjunto como el serbio, con un bronce (Atlanta-96) y un oro olímpicos (Sydney-2000) en su haber, dejarle la más mínima opción de resucitar supone un suicidio. Y eso fue lo que le sucedió a España finalmente.