España confía en despedirse del Europeo de baloncesto con el buen sabor de boca de una medalla en el partido de este domingo por el tercer puesto frente a Croacia (17.30 horas), y que será el preámbulo de la gran final continental que enfrentará a Lituania y Francia, el verdugo español en semifinales.

No será el oro como soñaban. Pero sería una nueva aparición en el podio (la séptima en los últimos nueve torneo internacionales) y tanto el técnico, Juan Orenga, como los jugadores, quieren darle el valor que se merece. "Veniamos con el objetivo de ganar, no va a ser posible. Pero vamos a conseguir esa medallas, porque es muy importante para el grupo, para la federación y para el deporte español. Los jugadores se van a dejar la piel para conseguirla",ha asegurado el seleccionador.

SIN EXCUSAS

"Estamos acostumbrados a ganar siempre, y alguna vez tenía que llegar la derrota", ha explicado José Manuel Calderón, intentando huir de las excusas. "Estamos jodidos, pero vamos a levantarnos, porque esta generación es ambiciosa y es importante sumar otra medalla". En el mismo sentido se ha manifestado Álex Mumbrú. "Ganar una medalla no es fácil. Lituania ha necesitado 10 años para alcanzar la final. Ganarla es muy difícil aunque parezca que las regalan. Y sería muy importante