PARAGUAY 0: Silva; Díaz, Blas López, Martínez, Cristaldo (Meza, m.57); Pérez Matto, Dos Santos, Barreto, Cácerés (Romero, m.67); Dante López y Haedo Váldez (Avalos, m.78).

ESPAÑA 1: Riesco; Bouzón, Melli, Carlos García, Peña; Vitolo, Gabi; Juanfran, Iniesta, Gavilán (Pina, m.69); y Sergio García.

GOL: 0-1, m.65: Sergio García.

ARBITRO: Benito Archundia (México). Mostró tarjeta amarilla a Sergio García por España.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a los octavos de final del Mundial Sub 20. Césped en buen estado y cierta animación en las gradas del estadio.

La selección española logró su pase a los cuartos de final del Campeonato del Mundo Sub 20 que se celebra en Emiratos Arabes Unidos tras imponerse a Paraguay, en un encuentro en el que el conjunto español dispuso de ocasiones claras. En cuartos se verá ante la selección de Canadá.

Los pupilos de Ufarte se olvidaron de la teórica mayor experiencia del rival, de su tan cacareado oficio, e incluso de su mayor poderío físico, para lanzarse desde el pitido inicial a por un triunfo con las única arma que posee: su visión lúdica del juego.

Liderados por el media punta barcelonista Andrés Iniesta, que desplegó en el arranque del encuentro un auténtico manual sobre cómo jugar al primer toque entre líneas, la selección española dispuso en la primera mitad de ocasiones suficientes para sentenciar la eliminatoria.

Otro lanzamiento lejano, en esta ocasión del delantero Sergio García estuvo a punto de poner a los veinticuatro minutos el 0-1 a favor del equipo español, pero el zapatazo del barcelonista se estrelló en la escuadra.

Pero el peligro español no se limitó a la pareja barcelonista, ya que el interior madridista Juanfran, otro de los destacados, volvió locos a los zagueros paraguayos con sus internadas.

El mejor juego español encontró su justo premio mediada la segunda mitad con el tanto de Sergio García a los 65 minutos, que remachó con un potente disparo en el área pequeña un pase hacia atrás de Juanfran. Ni con el marcador en contra, los paraguayos exhibieron argumentos suficientes para inquietar.