España ha certificado su regreso a la élite del balonmano al colgarse la medalla de bronce en el Mundial de Suecia. La Roja ha sabido abstraerse de la presión del Malmoe Arena, donde 10.000 almas alentaban a los anfitriones, para doblegar con otra muestra de coraje al irregular conjunto sueco en un intenso pulso por el tercer y cuarto puesto (23-24).

Además de quitarse el mal sabor de boca de la derrota en semifinales ante Dinamarca (28-24) y del mal papel en Croacia-2009, cuando firmaron la peor clasificación española en un Mundial (13ª), los hombres de Valero Rivera han acabado con el mal fario en las finales de consolación mundialistas.Y es que en las dos anteriores ocasiones (ante Yugoslavia en Egipto-1999 y contra Francia en Portugal-2003) los españoles se habían vuelto de vacío. Pero a la tercera ha sido la vencida.Duelo de porterosLa primera mitad se ha convertido en un duelo de porterías. El azulgrana Sjöstrand, que ha detenido ocho disparos en un cuarto de hora, era un frontón para los ataques españoles, mientras el inmenso Sterbik (14 paradas) se agigantaba a cada minuto. El acierto de ambos ha provocado que al marcador reflejara los 22 minutos un raquítico 6-5 y un discreto 11-11 al descanso después de una rosca sobre la bocina de Iker Romero.Tras la reanudación, Suecia ha empezado mucho más concentrada y, de la mano de un activo Carlén, ha abierto la primera brecha (16-13, m. 35). Pero, como en todo el torneo, cuando más acorralada se sentía España ha vuelto a sacar el carácter. Subiendo la intensidad defensiva (la clave de su gran Mundial) ha estado ocho minutos sin encajar, tiempo en el que ha logrado un parcial de 0-6 que situaba los tres tantos de ventaja del lado español (16-19, m. 43).Final apretadoPero aún quedaba mucho que remar. Entre Sjöstrand y algunas decisiones arbitrales controvertidas han devuelto la igualdad al electrónico (22-22, m. 56), que se ha mantenido hasta el final. Después de que Alberto Entrerríos situara un importante 22-24 a falta de poco más de dos minutos, la 14ª parada de Sterbik ha dejado casi decidido el choque. Ni el gol a falta de 32 segundos del exazulgrana Larholm ha evitado que los españoles pudieran celebrar un bronce dorado.