España se marchó ayer de los Europeos de Berlín con una actuación como mínimo homologable a la obtenida en la última década en los campeonatos continentales. Un último esprint en las clasificaciones por equipos en el maratón (la Copa de Europa contaba por primera vez para el medallero) hizo que la selección llegara al objetivo de los 10 puestos de podio que se había impuesto antes del torneo, utilizando este truco final.

Javier Guerra repitió el cuarto puesto individual de hace cuatro años en Zúrich 2014, pero el equipo masculino se llevó la plata, solo por detrás de Italia. Trihas Gebre cayó hasta el noveno puesto individual, pero el equipo femenino obtuvo el bronce, solo por detrás de Bielorrusia e Italia. Las 10 medallas, que no se pudieron ampliar en la sesión de tarde, ya eran un hecho, gracias al maratón, a los cuatro podios de los marchadores, a la sorpresa de Fernando Carro en 3.000 obstáculos (plata) y a los bronces arañados por Orlando Ortega (110 vallas), Ana Peleteiro (triple) y el potente relevo de 4x400 capitaneado por Husillos y Hortelano, pese a la ‘clavada’ final de este en la última posta del sábado.

Las 10 medallas están en la línea de las 8 de Amsterdam 2016 (al ser año olímpico, sin pruebas de largo esfuerzo), las 6 de Zúrich 2014, las 5 de Helsinki 2012, las 6 de Barcelona 2010 y las 11 de Gotemburgo 2006, pero lejos del inalcanzable récord de 15 de Múnich 2002, si bien varios de los medallistas de aquel año se vieron inmersos posteriormente en procesos relacionados con el dopaje (Marta Domínguez, Paquillo Fernández, Alberto García, Jiménez Pentinel…). España acabó ayer en el noveno puesto del medallero y en el quinto de la tabla de finalistas (25 atletas estuvieron entre ocho primeros), por detrás de Gran Bretaña, Alemania, Polonia y Francia.

UN BUEN TRABAJO DE EQUIPO / Javier Guerra, que partía con la segunda marca continental del año (los 2.08.36 de febrero en Sevilla), entró con cara de pocos amigos en la meta tras repetir cuatro años después su cuarta posición de Zúrich. El segoviano de 34 años contribuyó decisivamente en la plata por equipos (el veterano Jesús España, de 39 años, fue sexto, y Camilo Santiago, 16º, también puntuó), pero se mostró muy disgustado por quedarse de nuevo en el umbral del podio. «Es un puesto duro porque son muchos años trabajando, tratando de conseguir una medalla. Me imagino que con el paso de los días valoraré ser regular durante cuatro año, pero hoy no he podido seguir a los de delante en una carrera con muchos cambios de ritmo», explicó.

Guerra se quedó en tierra de nadie cuando el belga Koen Naert se fue pasado el kilómetro 30 para ganar con 2.09.51, batiendo el récord de los campeonatos que tenía Martín Fiz desde Helsinki-94. Ocuparon el resto del podio el suizo de origen eritreo Abraham Tadesse (2.11.24) y el italiano de origen marroquí Yassine Rachik (2.12.09). Guerra entró cuarto con 2.12.22, y Jesús España, en su última competición oficial, sexto con 2.12.58. En mujeres, España logró el bronce por equipos con Trihas Gebre (de origen etíope) novena con marca personal (2.32.13), Azucena Díaz 13ª (2.34.00) y Elena Loyo 23ª (2.37.54).