España comenzó sus entrenamientos en Schruns con una sesión marcada por la intensidad del trabajo físico. Con sólo 8 grados de temperatura y una fina lluvia, el equipo se entrenó entre altas montañas austríacas. La mañana comenzó con una pequeña charla en el centro del campo de Vicente Del Bosque a sus jugadores. La carrera continua y series de velocidad, dieron paso en el último tramo de la intensa hora de trabajo, a ejercicios de toque y presión, para acabar con centros desde bandas y remates a portería. En el reparto de petos, el seleccionador aún no dio pistas del segundo equipo que alineará el jueves en el amistoso en Innsbruck ante Corea.