La selección española de balonmano está obligada a ganar hoy a Eslovenia (18.30 horas, Teledeporte) y esperar una victoria de Polonia, ya clasificada para la penúltima ronda, sobre Francia para sellar el billete a las semifinales del Campeonato de Europa. Cualquier otra combinación dejaría fuera de la lucha por las medallas al conjunto español, que tras imponerse (25-20) a Alemania el martes tiene ya asegurada su presencia en la fase final de Viena, donde, como mínimo, peleará por el quinto puesto.

Si embargo, en la expedición española que preparó este Europeo en Badajoz, nadie quiere pensar en el partido por la quinta plaza, y se aferran al buen momento por el que atraviesa el conjunto polaco, al que el seleccionador Valero Rivera no dudó en señalar como el máximo favorito al título, para mantener vivo el sueño de las semifinales.

Pero para ello España deberá antes ganar su partido ante Eslovenia, un equipo que brilló en la primera fase, pero que en la segunda todavía no conoce la victoria. El conjunto balcánico basa su juego en veloces transiciones, con las que impedir que los rivales puedan conformar con normalidad su sistema defensivo, todo un problema para equipos como la selección española, que realiza hasta dos cambios ataque-defensa.