RUSIA 77: (18+23+11+25) Karasev (8), Kubrakov (3), Monia (11), Kirilenko (26), Soloviev (2) -cinco inicial-, Likholitov (11), Khriapa (7), Pashutin (6) y Samoilenko (3).

ESPAÑA 89: (31+20+17+21) Calderón (4), Navarro (20), Jiménez (2), Gasol (35), Garbajosa (3) -cinco inicial-, De la Fuente (1), Marco (13), F. Reyes (3), Grimau (2), Bueno (1), Herreros (4) y A. Reyes (-).

ARBITROS: Gasperin (FRA) y Kolar (SLO). Excluyeron por personales a Soloviev (m.28), Felipe Reyes (m.30), Likholitov (m.35).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la segunda jornada del Grupo C de la primera fase del Europeo 2003.

España, liderada por un inmenso Pau Gasol (31 puntos al descanso), resolvió su verdadero debut en el Europeo, tras el trámite frente a Suecia, con una valioso victoria sobre Rusia que, a falta de la última jornada y el choque ante Serbia y Montenegro, le abre enormes posibilidades de clasificarse para la fase final directamente.

La puesta en escena de la selección heló la sangre a los rusos. El cinco inicial de Moncho López desplegó un juego demoledor por dentro y por fuera, anuló a la estrella NBA de los exsoviéticos, Andrei Kirilenko, y sacó petróleo de la suya propia, Pau Gasol, impresionante, galáctico, un martillo pilón debajo del aro (31 puntos al descanso). Luego, el resto del equipo completó un choque brillante. La defensa de España sobre el alero de los Jazz de Utah rozó la perfección. Asentada en ese excelente trabajo defensivo lanzó su juego de ataque con una claridad de ideas y una gran efectividad a la que también contribuyó decisivamente Juan Carlos Navarro.

Carlos Jiménez asumía mayor responsabilidad en los movimientos exteriores del jugador de San Petersburgo, mientras que Garbajosa tomaba las riendas dentro de la zona. La meridiana superioridad de España condujo el marcador a una brecha de dieciocho puntos (23-41, min. 15).

La selección bajó el ritmo en los minutos previos al descanso, algo lógico sobre todo porque enfrente tenía a Rusia, un excelente equipo que no se limita sólo a Kirilenko.

CALDERON DESTACA

Aún así, España enfiló el túnel con una renta de diez puntos (41-51), un cómodo margen de seguridad. La dirección desde la banda española hasta el descanso fue, simplemente, perfecta. Moncho López ni siquiera permitió que la cuarta personal del inspirado extremeño José Manuel Calderón (m.25) repercutiese en el baloncesto de España.

Navarro liberó de presiones a la selección con dos jugadas típicas de su repertorio, llenas de descaro, siempre en los instantes más complicados, que devolvieron al marcador la máxima diferencia (48-66).

Rusia empezó a perder los nervios a partir del 52-71 que abrió el último tramo tras triple de Carles Marco. La frialdad de los exsoviéticos les devolvió cierta tranquilidad y maquillar ligeramente el resultado.