España se estrenó en la Eurocopa de Eslovenia 2018 con un empate contra Francia y contra sus propios errores, claves en tres de los cuatro goles de su rival, un bloque competitivo, resistente y que hizo sufrir al actual campeón, que salvó un punto con un gol de Bebe a dos minutos del final (4-4).

Ya jugaba entonces de cinco la selección española, en la ofensiva definitiva por un partido que siempre tuvo en duda, en el que nunca logró ponerse por delante en el marcador y en el que, incluso, sentía alejado hasta el empate a 13 minutos del final, con una desventaja de dos goles que finalmente igualó el bloque español.

Una dinámica recurrente del encuentro, con España con el peso del juego y de las ocasiones, pero que ya debió nivelar dos marcadores adversos en el primer tiempo, porque pagó un fallo en la salida de balón de Marc Tolrá, aprovechado por Francia para el 0-1 de Abdessamad Mohammed, y porque su adversario hizo después el 1-2.