Por fin, ayer por la tarde, Alejandro Valverde consiguió, mientras descansaba en su hotel de Stuttgart, el anhelado dorsal que el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, no le quería entregar. Lucirá el número 18, como pieza vital del conjunto español que lidera Oscar Freire en el esperado duelo ante Italia, con Paolo Bettini, que defiende el título, a la cabeza de la escuadra azzurra.

Los ciclistas no se pusieron de acuerdo. No habrá plante. Italia, tras la admisión de Bettini, se echó atrás. Los españoles no quisieron más problemas. Esta mañana la prueba en ruta del Mundial 2007 partirá con toda normalidad. Y lo hará por un circuito sinuoso, sin grandes cuestas, pero con poco terreno llano, con pasajes estrechos y con una llegada que puede convertirse en peligrosa. Ayer, en la prueba sub-23 hubo caída en los últimos 10 metros, en lo que fue el triunfo del eslovaco Peter Velits.

DOS FINALES DISTINTOS Las dos carreras disputadas ayer no aclararon mucho de lo que hoy puede suceder en la jornada reina del Mundial. Así, si los menores de 23 años se jugaron las medallas en un esprint, en la lucha femenina la italiana Marta Bastianelli, de solo 20 años, obtuvo la victoria en solitario, en una prueba en la que destacó la española Maribel Moreno (14).

Dependerá mucho de la velocidad que se imponga en las primeras de las 14 vueltas que deben efectuarse a un circuito de 19,1 kilómetros. El desgaste será vital en un Mundial de 267,4 kilómetros. Los últimos mil metros es en ligero ascenso, lo que beneficia a Freire.