España zanjó su actuación en Almería 2005 con una última medalla de oro en fútbol (1-0 a Turquía), competición que puso fin a los Juegos Mediterráneos poco antes de la clausura, después de una jornada final exitosa para el waterpolo, que revalidó el oro; el voleibol, que sumó otra plata, y un pleno en el cuadro de tenis.

Superado el objetivo inicial de mejorar las 110 medallas de Atenas´1991 y también la cifra de 130 preseas que pronosticó hace unos días el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, Almería 2005 será una fecha histórica para el deporte español que acabó tercero en el medallero con 152 metales (44/45 de ellos de oro).

La jornada final confirmó la hegemonía de los equipos anfitriones en waterpolo y fútbol, que se sumaron al doble oro del balonmano, y permitió ampliar la renta de logros individuales con el reparto en el torneo de tenis de los dos oros y las dos platas entre los cuatro españoles.

El tenis tuvo el honor de abrir las pistas en el día final para que Laura Pous y Nuria Llagostera dirimieran el título femenino, resuelto a favor de Laura. La misma situación vivieron Nicolás Almagro y Guillermo García López, que ganó el primero.