El atletismo español está en la encrucijada. Los Mundiales que acabaron el pasado domingo en el Estadio Olímpico de Berlín no tuvieron nada de monumental para España, que completó uno de sus peores torneos a pesar del brillo aislado de la medalla de oro de Marta Domínguez en los 3.000 metros obstáculos y un podio más para la marcha, de la mano del veteranísimo Jesús Angel García Bragado, bronce en los 50 kilómetros.

La polémica descalificación de Natalia Rodríguez tras haber ganado los 1.500, anteayer, por el encontronazo que sufrió con la etíope Gelete Burka, fue el desafortunado colofón de un atletismo que se defiende como puede con su vieja generación, deseando que sea capaz de aguantar hasta los Europeos de Barcelona del próximo verano (del 26 de julio al 1 de agosto del 2010) y esperando desesperadamente un relevo que no llega.

Los derrotados

Todos los medallistas (dos) y finalistas (cinco más que quedaron entre los ocho primeros) españoles en Berlín superaban los 30 años, a excepción de la marchadora Beatriz Pascual (27 años), sexta en los 20 kilómetros marcha en los que otra atleta de Viladecans, María Vasco (33), defensora del bronce de Osaka-2007, abandonó. También lo hizo en la prueba masculina Paquillo Fernández (32).

Las retiradas de Vasco y Paquillo fueron algunas de la muchas decepciones del veterano star system español. Manolo Martínez (34) no se clasificó para la final de peso, lo mismo que Reyes Estévez (33), Juan Carlos Higuero (30) y Arturo Casado (26) fallaron en la emblemática distancia de los 1.500 metros. Mario Pestano (31) y Frank Casañas (31) no brillaron en disco, Eliseo Martín (35) fue noveno en los 3.000 obstáculos, José Luis Blanco (33) ni siquiera pasó a la final, y Jesús España (31) acabó décimo en los 5.000 metros.

Pero, curiosamente, también fue la veteranía la que dio los mejores resultados, con el oro de la incombustible Marta Domínguez (a punto de cumplir 34 años), el bronce de Bragado (cumplirá 40 en octubre) y el triunfo estéril de Natalia Rodríguez (30). Nuria Fernández (33), renacida tras la maternidad, como Natalia, fue cuarta; Ruth Beitia (30), quinta en altura; Mayte Martínez (32), séptima en 800 en su cuarta final mundialista; y Chema Martínez (37), octavo en maratón.

Con ese bagaje, España quedó 15 en el medallero y 14 en la clasificación de finalistas, en su peor papel desde los Mundiales de 1991 (Tokio).

Los Europeos de Barcelona se presentan inciertos. Y no solo por la necesidad de llenar Montjuic, sino por la difícil transición generacional. Además de recuperar a lesionados como Juan Carlos de la Ossa y José Ríos, España espera la eclosión al fin de jóvenes prometedores como el martillista extremeño Javier Cienfuegos --el único de todos ellos fogueado ya en Berlín--, el saltador de altura Miguel Angel Sancho (2,27 a sus 19 años), el saltador Eusebio Cáceres (8 metros a los 17 años) y los mediofondistas David Bustos y Kevin López.