La selección española certificó su pase a la segunda ronda del Campeonato de Europa con un contundente triunfo por 25-34 sobre Hungría, en una nueva exhibición del equipo de Valero Rivera, que ha acabado en apenas dos partidos con todas las dudas con las que llegaba a la competición. La selección española evidenció que ha llegado a Austria con un amplio y talentoso fondo de armario. Si el martes el seleccionador nacional confío en el central Chema Rodríguez y en el lateral Iker Romero para encauzar el juego ofensivo, ayer apostó por los hermanos Entrerríos.

Sterbik vio desde el banquillo como España doblegaba a una Hungría que había dado la sorpresa en la jornada inaugural al empatar con Francia, la gran favorita del torneo. Alberto Entrerríos comandó la salida en tromba con siete goles en la gran primera mitad (9-17), solo dos menos que todo el cuadro magiar atascado ante una gran defensa mixta y un sensacional Hombrados. El capitán, que también comparte el marco con Sterbik en el Ciudad Real, desquició a los lanzadores rivales.

Con el encuentro y la clasificación resueltas, Rivera dedicó la plácida segunda parte a repartir minutos. España afrontará mañana el primer test serio de la competición ante Francia.