España afronta con optimismo el año olímpico 2008, que desembocará en los Juegos de Pekín, del 8 al 24 de agosto. Según las previsiones y los datos que manejan el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el Comité Olímpico Español (COE), el equipo español puede alcanzar en la capital china los niveles que exhibió en su mejor actuación, la que culminó en los Juegos de casa, los de Barcelona-92, con 22 medallas (13 de oro, 7 de plata y 2 de bronce) y otros 34 puestos de finalista (ocho primeros). Acercarse lo más posible a ese número de podios, o incluso superarlo, es el objetivo que se ha marcado el deporte español en este 2008.

El optimismo no es descabellado, y se basa --como se ha hecho en Olimpiadas anteriores-- en los éxitos obtenidos por los deportistas españoles en el año inmediatamente anterior al de los Juegos y en competiciones de nivel similar; es decir, en los campeonatos del mundo. En el 2007, teniendo en cuenta solo las modalidades olímpicas, España obtuvo 18 medallas en los distintos Mundiales (6 de oro, 7 de plata y 5 de bronce). Proyectando estos resultados sobre las previsiones olímpicas (ver gráfico superior), es posible que el equipo español esté entre las 19 medallas obtenidas en Atenas-2004 y las 22 de Barcelona-92, aunque la fiabilidad de esa traslación dependerá de la adaptación de los atletas a las condiciones de temperatura, humedad, contaminación y cambio horario que se encontrarán en Pekín.

LAS PREOCUPACIONES

"Los resultados conseguidos en el 2007 no se pueden trasladar directamente a los Juegos", reconoce Ricardo Leiva, director deportivo del COE. "Las previsiones son buenas, porque el nivel de medallistas en los Mundiales ha sido muy similar al del año 2003, el inmediatamente anterior a los Juegos de Atenas, pero nos preocupa la alta humedad de Pekín, sus temperaturas, superiores a los 30 grados, la polución, el desfase horario de siete horas, en verano, y los 13.000 kilómetros que la separan de España", añade Leiva, desgranando todos los aspectos que pueden dificultar el rendimiento óptimo de los participantes españoles.

El exatleta Gaietà Cornet, explusmarquista español de 400 metros y actual Director de Actividades del COE --lo que le llevará a ser el jefe de misión del equipo en Pekín--, comparte alguno de los temores de Leiva, pero cree que son superables con la previsión con que se ha trabajado esta vez. "La sensación que tengo es que estos Juegos pueden ser más difíciles que otros, pero quiero ser optimista y pensar que podemos estar al menos al nivel de los últimos Juegos, en Atenas", afirma Cornet. Técnicos y especialistas del COE y de las distintas federaciones han visitado ya dos veces Pekín para conocer de primera mano las dificultades que se van a encontrar los deportistas, y el COE va a hacer llegar a todos los seleccionados información con instrucciones muy precisas sobre cómo adaptarse mejor y más rápidamente al desfase horario, el clima y la humedad. "Lo más difícil de controlar será la contaminación, porque contra eso no se puede entrenar", advierte Cornet.

"MÁS LUCES QUE SOMBRAS"

Otra dificultad que, según Cornet, se encontrará España será el equipo anfitrión. "La actuación de China será muy potente, de eso no cabe duda, y afectará a los demás países. Es lógico, quedarán menos medallas a repartir", asegura Cornet. La ventaja es que en muchos deportes en los que China arrasará (pimpón, bádminton, saltos de natación...) España no tiene opciones, mientras que en otros, como baloncesto, waterpolo y hockey sobre hierba, China no será un rival de entidad para los españoles.

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, está convencido de que España puede vivir otra primavera deportiva en el verano asiático. "Veo un futuro positivo", asegura, amparándose en las cifras reflejadas en el gráfico superior: "Si los resultados obtenidos en el 2007 en campeonatos del mundo se repiten en el 2008, sacaríamos entre 20 y 21 medallas. La proyección es optimista para estar por encima de Atenas, y creo que el deporte español puede vivir una segunda explosión, después de la de 1992". Por medios no va a quedar. El programa ADO, el plan destinado a financiar la preparación de los deportistas, ha destinado en este último cuatrienio 63,1 millones de euros a los más de 255 atletas becados, un dinero superior en un 53% al invertido en la Olimpiada (periodo de cuatro años) anterior. "Nuestra estrategia y nuestro trabajo están encaminados a que los de Pekín sean nuestros mejores Juegos de la historia", confirma Lissavetzky.

Las optimistas previsiones españolas cuentan con el respaldo de un gran especialista del deporte internacional, el italiano Luciano Barra. El antiguo brazo derecho de Primo Nebiolo en la Federación Internacional de Atletismo, exmiembro de la comisión de coordinación del COI en Atenas 2004 y segundo de a bordo en la organización de los Juegos de Invierno de Turín del 2006, predijo en el 2003 un total de 19 medallas para España en Atenas: clavó la predicción. Ahora (ver datos en el gráfico) le otorga 22 podios, tras las medallas conseguidas en los Mundiales anteriores a los Juegos, sean en el 2006, 2007 o 2008. "Yo no me invento nada, es un cálculo matemático", aclara Barra, cuya clasificación sitúa a España en el 12° puesto del medallero: una posición solo superada en los Juegos de Barcelona-92 (10°).