Pocos deportes profesionales han sufrido la crisis en España como el balonmano. Y, sin embargo, la selección estará este domingo (17.30 h. TVE-1) luchando contra Alemania por proclamarse campeona de Europa, un título que se le resiste (tres finales disputadas, tres perdidas: 1996, 1998 y 2006) ante un rival joven y peligroso. El oro vale un billete olímpico, y recompensaría a un deporte azotado por la falta de patrocinadores y la desaparición de clubs.

«Ahora que somos hispanos emigrantes, queremos demostrar al mundo que seguimos siendo una referencia en los deportes de equipo, poner en alza los valores de nuestro balonmano y nuestra forma de jugar», reivindica el seleccionador, Manolo Cadenas, bajo cuya batuta España fue hace dos años bronce europeo y cuarta en el Mundial. Falta el broche. «No nos conformamos con ser finalistas. Hemos venido aquí a por el oro. Desde el primer momento lo hemos hablado, igual no muy alto, pero sí en privado. Toda la expedición quería estar en la final para ganarla», explica con ambición.

LA REVOLUCIÓN DE SIGURDSSON

Ganar a Alemania no sería nuevo. Ya lo hizo España en su debut en el campeonato (32-29), aunque los dos germanos que más brillaron en aquel choque (Dissinger y Reichmann) dejaron el torneo por lesión. Pero precisamente los dos jugadores inscritos en su lugar,Häfner y Künh, fueron determinantes para vencer a Noruega en semifinales. Diez goles anotaron entre ambos, y el primero firmó tres en la prórroga.

«Yo ya dije que esta selección alemana me gustaba mucho y estoy convencido de que en los próximos años va a ganar muchas medallas, pero no les esperaba tan pronto en una final», reconoció el portero español, Arpad Sterbik. Tras la derrota inaugural, Alemania, que también busca su primer título europeo, y a la que Dagur Sigurdsson ha puesto patas arriba (en parte obligado por laslesiones de Gensheimer, Groetzki, Wiencek y Drux), cuenta los partidos por victorias.

El mejor aval de España es su actuación ante Croacia en semifinales. El viernes se sobrepuso a un inicio dubitativo, desplegó durante un tramo su mejor versión tanto en ataque como en defensa y, aunque no logró despegarse, supo tirar de experiencia y no ponerse nerviosa cuando Croacia su puso a un gol. SiCañellas no pasa un buen momento, aparece Antonio Garcíacomo MVP de las semifinales. A un gran partido de Sterbik le sigue otro mejor de Pérez de Vargas. Víctor Tomàs aparece cuando se le necesita, Raúl Entrerríos está de dulce y a Valero Riverajamás le tiembla el pulso.

EXPERIENCIA PARA NO AGOBIARSE

«Hemos sufrido en todos los partidos. Hemos estado incluso a un gol de poder quedarnos fuera, pero cuando un equipo tiene la mentalidad que tiene esta selección siempre encuentra el camino para seguir hacia adelante», argumenta Cadenas, que apela a «la experiencia» de su grupo para resolver «las situaciones difíciles» que se puedan plantear. «Creo que tenemos jugadores a los que no les puede la presión, que no se van a agobiar, por ejemplo, con las constantes alternativas defensivas que planteará Alemania».

Las estadísticas hablan de máxima igualdad entre ambos conjuntos en el torneo: 31% de paradas en ambos bandos, 199 goles de alemania por 192 de España; 62% de acierto en el tiro germano por 60% de los Hispanos. La clave de la final puede estar en la experiencia, como la que atesora Sterbik. «Ayer me decía Manolo: ‘Con 60 años cuándo voy a tener otra oportunidad de ganar un oro Europeo?’. Como le dije, yo tampoco tengo 20. Para algunos puede ser nuestra última oportunidad y hay que aprovecharla».