España: Rubio (3), Rudy (31), Navarro (2), Garbajosa (3) y Gasol (16) --equipo inicial--, Raúl, Reyes (6), Vázquez (5), Llull (7), San Emeterio (8) y Mumbrú.

Argentina: Scola (22), Prigioni (17), Oberto (10), Delfino (27) y Jasen (3) --equipo inicial-- Cequeira, Quinteros, Leonardo Gutiérrez (6) y Mata (1).

Arbitros: José Carrión (PUR), Ilija Belosevic (SRB) y Scott Butler (AUS). Fran Vázquez y Hernán Jasen fueron eliminados por cinco personales.

Marcador por cuartos: 16-23, 32-49, 62-65 y 81-86.

Incidencias: Partido para dilucidar la quinta y sexta plaza del campeonato del mundo de baloncesto disputado en el Sinam Erdem de Estambul ante 4.000 espectadores.

Al partido por el quinto y sexto puesto, España no se presentó hasta el minuto 24, cuando un triple de Delfino puso a Argentina 25 puntos por delante (34-59). Con todo en contra, y la amenaza de un repaso en toda regla, fue cuando la selección sacó lo mejor de sí y a punto estuvo de llevarse el triunfo. Al final tuvo que conformarse con una derrota digna, que la relega a la sexta plaza.

"Hemos regalado la primera parte, pero teníamos más de un jugador que mentalmente y físicamente le quedaba muy poca energía", admitió Scariolo, que no entró en balances. "Es muy pronto para hacerlos. Pero me voy con tristeza por no haber competido por medallas", añadió, para reconocer que todos los mensajes que le llegan desde la Federación Española son de confianza.

Más crítico se mostró Rudy Fernández. "El sexto puesto nos lo merecemos, porque no hemos sabido competir en los finales de partido. Hay que aprender la lección para volver a ser la selección que éramos antes", dijo.

IMAGEN BIPOLAR El partido, de hecho, fue uno más en la línea irregular de todo el torneo para España. Durante más de 30 minutos dio la sensación de que los jugadores no estaban, ni se les esperaba. El repaso de Argentina llegó a tener proporciones humillantes. Además, se escucharon algunos gritos de aficionados contra Scariolo. Todo se puso tan en contra que, de repente, se encendió la chispa del orgullo.

Con Navarro en el banquillo todo el segundo tiempo a causa de una contractura en el gemelo, Rudy tomó el mando de las operaciones. El parcial a favor, un 26-2 con 11 de los puntos firmados por el aún jugador de Portland Trail Blazers (del 34-59 al 60-61), restañó parte del orgullo del equipo y devolvió tensión al desenlace aunque Argentina supo jugar mejor ese tramo para llevarse un triunfo al que le dio más valor.

"Al final hemos sacado la casta que siempre solemos sacar, pero el partido no ha podido finalizar con una victoria nuestra", concluyó Rudy con pesar. Ahora, a pensar en los clubs.