Los calificativos se quedan cortos a la hora de valorar el potencial del grupo reunido por Sergio Scariolo para afrontar el Europeo de Lituania, de donde España puede salir campeona y clasificada para los Juegos Olímpicos de Londres. No es para menos, aunque los protagonistas, empezando por el propio seleccionador y sus grandes líderes --Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y el extremeño José Manuel Calderón--, insistan en que no puede encararse una cita de estas características con la idea de que tienen reservado el escalón más alto del podio.

Pero es que entre los 12 elegidos finalmente por Scariolo, tras los tres descartes que tendrá que llevar a cabo, habrá nada menos que seis jugadores de la NBA --Pau y Marc Gasol, José Manuel Calderón, Rudy Fernández, Serge Ibaka y Ricky Rubio-- y todos están decididos a sacarse la espina de la decepción que supuso el sexto puesto del año pasado en el Mundial de Turquía. Un chasco del que, según Scariolo, el grupo salió más unido de lo que estaba, lo que ahora puede traducirse en un punto de partida muy positivo hacia la reedición del oro de hace dos años: "La unión que hubo hasta el último día fue mucho mayor que cuando hubo medallas. Acusamos ausencias muy importantes y no estuvimos a la altura exigida en defensa, lo que no provocó que la cohesión se resquebrajara. El respeto imperó siempre entre los compañeros y eso es algo que demuestra que la base de este grupo es muy sólida".

ENTUSIASMO La vuelta de Pau y Calderón en plena forma, más la incorporación del nacionalizado Ibaka, solventan sobre el papel los déficits del aquel Mundial, sobre todo en el aspecto defensivo. Sobre el papel, el juego interior de la selección española multiplica su poderío. "Con nosotros

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