SUECIA: Mattias Andersson; Ekberg (5, 4p), Kim Andersson (2) Gottfridsson (3), Lukas Nilsson (6, 2p), Kallman (3) y Nielsen (2) --equipo inicial-- Appelgren (ps), Olsson (-), Stenbacken (-), Konradsson (-), Karlsson (-), Jakobsson (-), Petersen (-), Zachrisson (1) y Andreas Nilsson (1)

ESPAÑA: Pérez de Vargas; Dujshebaev (-), Gurbindo (-), Gedeón Guardiola (-), Ugalde (2), Morros (-) y Sarmiento (5) --equipo inicial-- Corrales (ps), Maqueda (4), Raúl Entrerríos (3), Aginagalde (2), Pedro Rodríguez (-), Cañellas (-), Antonio García (-), Baena (-) y Rivera (9, 6p).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 2-3, 4-6, 7-7, 9-8, 10-9 y 11-12 (descanso) 14-14, 17-17, 17-17, 18-20, 20-23 y 23-25.

Un gol de penalti a falta de cinco segundos para la conclusión del extremo Niclas Ekberg dejó a España fuera de los Juegos de Río, pese a imponerse por 23-25 a Suecia, un tanto menos de los necesarios para lograr el pasaporte olímpico.

Un billete con el que los "Hispanos" soñaron hasta los últimos segundos, tras llegar a los últimos dos y minutos y medio de juego con una ventaja de cuatro tantos (21-25).

Pero una inoportuna pérdida de balón y el posterior penalti que Ekberg transformó en el definitivo 23-25 dejaron a España fuera de unos Juegos, en los que el balonmano español tan sólo había estado ausente en una ocasión, en Montreal 1976.

La eliminación deja sin premio el mejor partido del equipo español en el preolímpico de Malmoe, que sí recordó a la selección que no ha faltado en los últimos cuatro años a la cita con las semifinales en ninguna gran competición internacional, al equipo campeón del Mundo en 2013, al conjunto que hace apenas dos meses se proclamó subcampeón de Europa en Polonia.

Sin embargo, la mejoría del equipo español no fue suficiente para enmendar la derrota (21-24) encajada el pasado viernes ante Eslovenia, para hacer olvidar el apagón ofensivo que sufrió España en la segunda parte ante los balcánicos y que obligaba a protagonizar hoy una auténtica gesta ante Suecia.

El billete a Río que pareció más factible gracias al excelente rendimiento defensivo del conjunto español, que en esta ocasión sí fue ese equipo intenso, agresivo, concentrado para intuir las líneas de pase, en definitiva todo aquello que no había sido en este preolímpico.