La selección española sub-20, eliminada por Uruguay el pasado sábado en cuartos de final del Mundial de la categoría que se disputa en Turquía, aterrizó en Madrid procedente de Estambul sin el título bajo el brazo, con la lesión del portero Dani Sotres, y con el orgullo intacto por la satisfacción de haber confiado en su fútbol para acariciar las semifinales del campeonato.

El entrenador Julen Lopetegui encabezó una expedición que vivió una larga jornada antes de llegar a España. Desde Bursa, por carretera, llegaron a las orillas del Mar de Mármara, donde cogieron un ferry para alcanzar Estambul. Desde allí, cogieron un vuelo que culminó sin problemas en Barajas.

España no pudo intentar repetir el título de 1999. Un cabezazo de Felipe Cavenatti frenó los intereses de los chicos de Lopetegui. El técnico vasco se quedó sin su doble título, tras lograr el Europeo sub-21 de Israel hace poco menos de un mes.

LOS MEJORES Nombres como los del centrocampista moralo Oliver Torres y Jesé Rodríguez sobresalieron por encima del resto. En el Atletico de Madrid y en el Real Madrid esperan tener un hueco. Fueron las dos estrellas de la selección, cuya tercera figura, Gerard Deulofeu, no estuvo a la altura de sus dos compañeros.

Todos estuvieron en Barajas junto a sus compañeros, entre los que destacaba Dani Sotres. El portero del Racing tuvo que abandonar el encuentro de cuartos tras chocar contra el poste después de salvar un gol cantado de Uruguay en el minuto 90. Sufrió una fractura del tabique nasal. Junto a Jairo, cogió un vuelo hacia Santander.

Después del partido, el técnico vasco Julen Lopetegui dio sus impresiones sobre el papel de España y se mostró un poco decepcionado por haber perdido una ocasión histórica. "Van a aprender de cómo se ha producido la derrota, ya que aunque merecimos más, esto es el fútbol. No es momento de buscar errores, pero en unos cuartos de final no se pueden perdonar cinco o seis ocasiones", dijo, recalcando que la derrota fue inmerecida.