El seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga, presente en el pabellón Multiusos, sabe que el futuro está asegurado. Que hay relevo para las estrellas del firmamento del basket nacional, pese a que es complicado llegar a un nivel tan alto. El técnico castellonense, que se retiró precisamente en Cáceres de las canchas de basket, presenció ayer el España-Australia del torneo sub-19 gozoso de las nuevas generaciones que vienen.

Y es que el combinado nacional, quizá con menos brillo que ante Rusia, logró también imponerse con suficiencia a los oceánicos. Al descanso, ya lucían 10 puntos de ventaja (34-24), una superioridad que no se hizo después patente en el tercero, en el que Australia apretó. Sin embargo, en el cuarto definitivo, el cuadro español tiró de manual para vencer con cierta holgura.

Hoy, a las 12.30, el partido teóricamente estelar ante Argentina. Los de Luis Guil esperan seguir dando espectáculo de cara a lo que realmente importará: el Mundial. De todas maneras, mientras tanto, Extremadura disfruta estos días de estos jugadores, que representan el presente y el futuro del basket nacional, tan en la cúspide también durante tantos años en el espectro internacional.