El atletismo español puso a prueba la instalación que albergará los Mundiales en sala del 7 al 9 de marzo y marcó a sus figuras el camino hacia la media docena de medallas para el gran objetivo invernal, una cifra récord cobrada por sorpresa en Birmingham 2003 y propuesta ahora como objetivo. El presidente de la Federación Española, José María Odriozola, aleccionado por alguna experiencia negativa (en Budapest 2004 no hubo medallas), ha abandonado su vieja costumbre de anunciar sus deseos con números concretos y ahora se limita a marcar un horizonte tan deseable como indefinido.

Pero "acercarse a lo de Birmingham" (una medalla de oro, cuatro de plata y una de bronce) parece un objetivo difícilmente asumible.