La selección española de fútbol sub-21 sufrió ayer para conseguir materializar sus claras oportunidades en su primer partido del Europeo de Israel ante una defensiva Rusia, pero acabó imponiéndose a ocho minutos del final con un magistral cabezazo del delantero del Castilla, Alvaro Morata (1-0). La entrada en el campo de madridista, que sustituyó a Iker Muniain en el minuto 62, fue providencial para La Rojita que hasta ese momento no fue capaz de encontrar la forma de romper el cerrojazo ruso.

El segundo tiempo de España fue, de todos modos, claramente mejor que el primero, en el que pese a una salida en tromba, los jugadores de Julen Lopetegui no consiguieron abrir espacios para inquietar en exceso a los ruso.