El atletismo español intentará solventar de la mejor manera posible los Mundiales en pista cubierta que acoge en Valencia desde hoy hasta el domingo. El año olímpico se inicia, en el plano atlético, con un campeonato de un nivel solo regular pero que, curiosamente, tendrá a sus mejores figuras en las pruebas en las que los españoles apurarán sus posibilidades de medallas. Se esperan pocas, muy pocas, en esta duodécima edición de los Mundiales indoor --la quinta se celebró en Barcelona en 1995--, y no sería de extrañar que, por tercera vez, el equipo español se fuera de vacío del torneo. Pero una media docena de atletas, los que han hecho un mejor invierno, intentarán buscar un milagro para evitar el cero en el medallero.

PREVISIONES MODERADAS. Por primera vez en mucho tiempo, el presidente de la federación española, José María Odriozola, no se ha echado al monte de las previsiones optimistas y ha declarado recientemente que con dos o tres medallas se daría "con un canto en los dientes". Pero incluso alcanzar esa cota será difícil en un campeonato con ausencias notables (como las de Powell, Gay, Bekele y Kluft), pero con mucha competencia en algunas pruebas concretas.

Así, el hispano-ecuatoriano Jackson Quiñónez, que hace 15 días estableció un nuevo récord de España de 60 metros vallas (7.52 segundos) en la rapidísima pista del Palau-Velódromo Lluís Puig --construida del mismo material sintético que se utilizará en los Juegos de Pekín--, ha caído en la carrera con mayor presencia de figuras: nada menos que el campeón olímpico y mundial Liu Xiang y la emergente figura cubana Dayron Robles, entre otros.

La mejor final del Mundial promete ser precisamente ésta. Pero el papel del español será de privilegiado y cercano testigo de lujo. El oro, presumiblemente, será cosa o bien del chino Liu Xiang o bien del cubano de Guantánamo Dayron Robles, quienes ayer, en el ayuntamiento de la ciudad, se pasaron la pelota de la presión como si de un partido de pimpón se tratara. Ellos protagonizan el mejor duelo, a priori. Liu se prepara para la gran reválida en los Juegos de Pekín y saldrá a darlo todo.

La misma suerte, mala en este caso, tendrá la nueva figura de la velocidad española, Josephine Onyia, la vallista de origen nigeriano (como Glory Alozie) que deberá vérselas con la sueca Susanna Kallur, que este invierno ha superado el récord mundial de los 60 vallas con 7.68. Onyia, con 7.91, partirá con la séptima mejor marca de los participantes, por lo que primero deberá luchar ya por estar en la final. De hecho, según las marcas de esta temporada, ningún español ni española figura en un teórico puesto de podio. Quiñónez y Ruth Beitia (altura) son los mejor colocados, en sexto lugar. Séptimos están Onyia y Juan Carlos Higuero (1.500), noveno figura Arturo Casado (1.500), y décima, Mayte Martínez (800).

HOY, DEBUT MASIVO. Beitia, que este año ha saltado 1,98, competirá con la croata Blanka Vlasic, que ya se ha elevado hasta los 2,05, mientras que Mayte Martínez (bronce en el Mundial al aire libre del pasado mes de agosto) deberá sacar toda su habitual garra para doblegar a la veterana mozambiqueña Maria Mutola, que a los 35 años persigue su octavo oro en nueve participaciones en estos Mundiales a cubierto.

En el restringido grupo de nombres españoles con opciones hay que añadir a Concha Montaner, que salta en casa y que deberá mejorar su marca personal (6,78) para optar a otro podio difícil. Hoy debutan ya 15 de los 24 españoles inscritos.