La selección española de balonmano volvió a apabullar, ahora a Portugal (34-20), en un partido en el que solo en los diez últimos minutos ratificó su condición de favorito.

El conjunto español llevó la iniciativa en el primer tiempo, pero sin demasiada comodidad, ya que Portugal fue un rival duro y correoso. Los ataques se impusieron claramente a las defensas y España únicamente se pudo despegar de Portugal durante los últimos diez minutos de partido, en los que consiguió ventajas de cuatro y cinco goles con un Entrerríos (5 goles) muy inspirado.