La principal baza que esgrime ahora el tenis nacional en Wimbledon, Fernando Verdasco, se medirá en tercera ronda de este "grande" a su compatriota Albert Montañés tras solventar hoy un pulso maratoniano con el belga Kristof Vliegen en una jornada en la que la 'tripulación' española hizo un papel más que decente.

De los siete miembros del plantel nacional que se jugaban la supervivencia en esta competición, 4 superaron el examen. Y también concluía con la cabeza alta Daniel Gimeno, que luchaba desde el martes, en primera ronda, para concluir su duelo inacabado por falta de luz ante el estadounidense Taylor Dent.

El traspiés lo dieron, en el pabellón masculino, Guillermo García, nueva víctima del gran favorito, un Roger Federer en plenas facultades, que continúa dando motivos de preocupación a sus adversarios; y Marcel Granollers, que no se lo puso fácil al sueco Robin Soderling, el verdugo de Rafael Nadal en Roland Garros y ante el que finalmente sucumbió.

En el cuadro femenino, Arantxa Parra se vio imponente ante la contundencia de la jugadora japonesa Ai Sugiyama y dejó a la "Armada" con sólo dos representantes dando aire al cuadro de chicas (Anabel Medina y Carla Suárez).

Entre las caras triunfadoras de la tercera jornada, Albert Montañés, que cumplió con lo previsto dado su condición de cabeza de serie y se sobrepuso en cuatro sets al argentino Guillermo Cañas, admitió que sufrió un "bajón anímico" en el tercer parcial aunque en general se mostró satisfecho con el juego que está desplegando hasta la fecha.

En cuanto al próximo reto en esta competición, con Verdasco, ante el que hará algún "reajuste" en su estrategia por ser zurdo su adversario madrileño, se muestra tranquilo: "No tengo nada que perder, la presión recaerá sobre él".

Pese a su más que trabajada victoria de hoy, Tommy Robredo continúa insistiendo en su antipatía por esta superficie.

Al jugador se le vio sufrir, concentrarse, tener momentos en los que le "reventó la cabeza", como él mismo admitía posteriormente, para remontar 2 sets abajo e imponerse al austríaco Stefan Koubek en 3 horas y 29 minutos.

Una maratón de tensión. El de Hostalric, en su novena participación en este "grande", comentaba que le había costado muchísimo sacar de fondo y señalaba que haberse tranquilizado en el tercer set había jugado a su favor.

"Me he calmado en el tercer set. He aguantado bien y en el quinto, él, de cabeza, ha reventado y físicamente iba muy cansado y yo iba de 'subidón' y he podido ganarlo", resumió el jugador.

El murciano Nicolás Almagro continuó hoy abriéndose camino en la hierba de Wimbledon tras eliminar en la segunda ronda de la competición al eslovaco Karol Beck. Le llevó 3 horas y 3 minutos y la proeza le coloca por primera vez en su carrera en tercera ronda de esta Grand Slam

"Estoy feliz", admitía un sonriente Almagro al terminar, explicando que está "disfrutando" sobre hierba más que nunca y anticipando un "partido de bombarderos" ante su próximo adversario: el sueco Robin Soderling -finalista en Roland Garros-, decimotercer cabeza de serie ante el que ya está "preparado para la batalla".

Por su parte, la gran apuesta ganadora del tenis español, tras la ausencia de Rafael Nadal -que en Roland Garros cayó ante el citado Soderling-, el madrileño Fernando Verdasco, séptimo cabeza de serie, tuvo que esperar 2 horas y 55 minutos para librarse del belga Kristof Vliegen.

El madrileño reconoció que en ningún momento esperó una "victoria fácil" y negó sentirse presionado por ser el jugador nacional con mejor ránking en esta edición de Wimbledon.

Rememorando el partido de hoy, indicó que "era complicado ponérselo difícil al que sacaba aunque al final he conseguido hacerle un 'break'" y añadió que no era normal "estar casi 3 horas sin hacer 'break'. Mentalmente ha sido duro".