Un periodista sueco rompió el pacto tácito de no preguntar sobre Raúl González en las ruedas de prensa diarias que ofrecen tres de los internacionales españoles. La ausencia del capitán del Madrid se ha convertido en un tema tabú en el entorno de la expedición española y nadie quiere incomodar para no dar la impresión de que se pretende enrarecer el ambiente en vísperas del debut frente a Rusia mañana martes.

Era la primera referencia pública al delantero blanco desde que la selección está en tierras tirolesas. El informador reclamó en buen castellano respuestas de Iniesta, Senna y Cazorla y sólo el extremo del Villarreal le contestó. Lo hizo alto y claro y sus dos compañeros no tuvieron nada que añadir. "De quien no está no hay que hablar", dijo sin pestañear el jugador del subcampeón de Liga. Luis Aragonés tiene motivos para estar satisfecho del comportamiento de los jugadores españoles en ese sentido. También de que ningún aficionado le haya importunado en Austria con alusiones casi siempre desagradables al vacío que ha hecho a Raúl pese a sus 18 goles en la competición liguera.

A PUERTA CERRADA No se han dejado ver muchos seguidores españoles por Neustift, pero si alguno tenía pensado increpar ayer por ese motivo al veterano técnico vio frustradas sus intenciones porque decidió realizar el único entrenamiento a puerta cerrada. Algo poco menos que imposible dada las características del lugar. Todos son montañas y desde cualquier lado pueden seguirse los ejercicios de la selección. La policía intentó impedir a cámaras y fotógrafos que captasen imágenes, pero finalmente dejaron que lo hicieran durante un cuarto de hora. Se vio que Aragonés separaba a titulares y suplentes para realizar por separado ejercicios de estrategia.

Iniesta se mostró conforme con tener que jugar por la derecha. "No es mi posición natural, pero el seleccionador cree que por ahí puedo ser útil", afirmó el jugador del Barça.