El Espanyol destituyó al hasta ahora entrenador del primer equipo, Pablo Machín, después de los malos resultados cosechados por el cuadro blanquiazul desde su llegada, con cinco puntos logrados en diez partidos.

El club catalán buscaba una reacción con el relevo de técnico, que sustituyó al también cesado David Gallego, pero no se ha producido. De hecho, las cifras de Machín son peores que las de su antecesor en el cargo. Además del preparador soriano, tampoco seguirán el resto de integrantes de su cuerpo técnico: Jordi Guerrero, Jordi Balcells y Carles Martínez. El Espanyol agradeció la «implicación» de todos ellos durante estos meses, a través de un comunicado.

Ahora, la dirección deportiva blanquiazul trabaja para incorporar un nuevo entrenador que permita cambiar la dinámica. Es colista.

Machín agradeció el trato y la confianza desde que llegó al cargo hace dos meses y medio tanto a los jugadores, como a los directivos, sin olvidarse de los seguidores. Y subrayó que llegó «con la máxima implicación e ilusión» de poder ayudar. «Despedirse de un club nunca es fácil, menos aún cuando confías en un proyecto y centras todo tu esfuerzo y trabajo en él», apostilló en su comunicado, acompañado de una foto en la que el técnico se golpea el pecho.