El español Rafael Nadal se clasificó ayer para la Final masculina de Wimbledon, tras imponerse en la pista central al jugador chipriota Marcos Baghdatis por 6-1, 7-5 y 6-3, en 2 horas y 26 minutos. El español, campeón de Roland Garros y segundo favorito, impuso su tenis con gran "motivación y concentración" al de su rival chipriota y se medirá mañana al suizo Roger Federer, que eliminó en la otra semifinal al sueco Jonas Borjkman.

Nadal arrasó en la Catedral. Como hiciera Federer en su eliminatoria ante el sueco Jonas Bjorkman, despachó sin dilaciones la primera manga, que sólo duró media hora escasa. Comenzó avisando, rompiendo el servicio de su rival ya en el primer juego y volvió a lograr la ruptura en el quinto, después de que Baghdatis salvara una bola de ´break´.

En total, tres veces consiguió el español quebrar el saque de su oponente en la primera reválida, -tuvo en su poder un total de 12 bolas de ´break´, en las que logró la ruptura en 5 ocasiones-, para comenzar el segundo examen con un ímpetu similar.

La misma garra demostró el español a comienzo del segundo set, en el que en el primer juego llevaba ya trece golpes ganadores y desplegaba un juego muy superior al del chipriota, decimoctavo favorito.

PROBLEMAS Se trató del set más largo, con 64 minutos, algo más del doble que el primero. En él, Baghdatis logró ponerse las pilas por momentos y llegó a tener oportunidades. El de Limassol imprimió más carácter a su tenis y consiguió igualar el marcador a dos. Los dos rivales se enzarzaron en varios juegos largos e igualados, en los que claramente el chipriota, que no dejaba de sonreír a estas alturas de partido, trató de elevar su rendimiento.

Nadal, que sumó un total de 43 golpes ganadores y cometió 16 errores no forzados -5 en cada una de las dos primeras mangas y 6 en la última-, tuvo en su mano dos bolas de set en el noveno juego de esta manga, la primera de las cuales salvó Baghdatis con un punto ganador y la otra, logrando el "deuce".

Aunque el que fuera finalista en Australia comenzó a imprimir más agresividad a sus golpes, y niveló el marcador a cinco, el zurdo de Manacor fue el aumentó su ventaja rematando por 7-5. El español, que no perdió su servicio ni una sola vez y no cometió ninguna doble falta, logró en el tercer set cuatro "aces" pero sufrió para defender su saque en el primer juego.

Pronto volvió Nadal a meterse en el partido, para seguir castigando al jugador chipriota, que cambió la sonrisa por gestos de frustración.

Cuando el marcador iba 2-4, Baghadatis, que incurrió en 23 errores no forzados y logró 38 golpes ganadores, 19 en el segundo set, tuvo en su poder cuatro bolas de ruptura, que logró levantar el tenista balear.

Nadal cerró el último set con un 6-3 y se metió por derecho en la gran Final, donde ya le espera el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, al que está claro que no teme.