Alejadas de la controversia generada por el color verdoso de la piscina Maria Lenk, que regresó a su tonalidad habitual después de que la organización sustituyera su agua durante la noche anterior en un trasvase de 3.750.000 litros, Gemma Mengual y Ona Carbonell debutaron en la ronda preliminar de la rutina libre con un ejercicio cargado de dificultad. Al ritmo de flamenco, provocando el delirio entre unos cariocas acostumbrados a la samba, la pareja española firmó una cuarta posición que mantiene las opciones de medalla a la espera de lo que ocurra en la rutina técnica, que se disputará hoy, y en la libre del martes.

En el primer día de competición de la natación sincronizada en estos Juegos, España logró una puntuación de 93.7667 con un ejercicio que combinó la pasión de la música flamenca con el toque sentimental que caracteriza al duo de nadadoras. Inspiradas en el concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo en el apartado rítmico, las españolas superaron a la Ucrania de Anna Tarrés (93.533), otra de las favoritas en la lucha por las preseas, y se quedaron a menos de punto de la tercera posición, que ostenta Japón tras lograr una marca de 94.400. "Ha habido algún fallito, pero hay margen de mejora. La puntuación hay que mejorarla para luchar por la medalla, pero tenemos capacidad de ir a muerte en la final y vivirlo más que nunca", afirmó Carbonell.

Con la incertidumbre del estado de la pileta, la barcelonesa describió la inquietud vivida en la víspera. "Nos hemos levantado a las cinco de la mañana mirando el correo y hasta que no hemos llegado aquí no sabíamos si se competiría o si se retrasaría".

Cumpliendo con el guión previsto, China y Rusia, vigente campeona olímpica, mundial y europea, protagonizaron una pugna por la primera posición que las convierte en inaccesibles para el resto de competidoras. Las rusas Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina ejecutaron una actuación repleta de velocidad y con una maestría que le permitió conseguir una ventaja de dos puntos respecto a su perseguidor (98.066), un combinado chino que con un ejercicio de fuerza y técnica demostró que no renuncia al oro (96.066).

Cuestionada por las opciones de medalla, Carbonell recordó su actuación en los Juegos de Londres para asegurar que no hay nada decidido y alertó de que la igualdad existente puede ser una baza a favor para España. "Todo es posible. Nadie mejor que yo para decirlo. Ibamos terceras en la preliminar y en el dúo técnico y ganamos la plata en la final", advirtió.

Por su parte, Gemma Mengual abogó por disfrutar de los que son sus cuartos Juegos Olímpicos y admitió que afronta la cita de Río de una forma especial. "Lo vivo como una superación personal. Me veo aquí, a un nivel, y piensas: he sido capaz. Tenemos que disfrutarlo. Nadar por nosotras, por todo lo que hemos entrenado, por nuestras entrenadoras, familias y gente que nos apoya".