"Me marcho un poco desilusionado por no haber tenido el apoyo del ayuntamiento", aseguró el ya expropietario del CD Badajoz, Eloy Guerrero, alegando también temas laborales y familiares en su decisión de vender el club. "Mi deseo siempre ha sido mantener una buena relación entre el Badajoz y el ayuntamiento, pero últimamente parece que se le está dando el apoyo a otro equipo, por considerar que tiene la categoría de primer equipo de la ciudad, cosa que no comparto, porque esto no se hace de un día para otro sino con el sentimiento de muchos años, como es el caso del Badajoz".

Al empresario pacense le hubiera gustado "haber seguido en el club y haber conseguido mi objetivo de llevar al Badajoz a una categoría superior. Y este es el reto de los nuevos empresarios, que creen que hay ciudad, equipo y afición para tener al Badajoz en Primera División. Y es la idea que yo tenía, pero no ha sido afortunada la relación entre el consistorio y el club y espero que los nuevos inversores tengan más suerte con ellos", deseó.

Guerrero reconoció que vender "no ha sido una decisión fácil, sobre todo porque el equipo está pasando por un momento muy bonito. Las cuestiones económicas se han ido solventando con el día a día, solucionando pagos atrasados, embargos y otros, y me voy satisfecho por dejar el club en buenas manos", añadió el empresario.