Para mí no es fácil la situación que estoy viviendo, espero que podáis entender por qué he partido a USA tan inmediatamente. Espero regresar lo antes posible para terminar el trabajo y ayudar al equipo en los partidos que falten". Es un extracto de las declaraciones de Wayne Simien distribuidas ayer por su club, el Cáceres 2016. El pívot ya está en su estado natal de Kansas para estar pegado a la cama de un primo enfermo junto al que creció y al que considera un hermano.

Un cáncer terminal de laringe de alguien a quien adora ha hecho que Simien tenga que elegir por ahora entre su carrera y su entorno. "Tengo un compromiso con el equipo y con la afición de Cáceres, pero también tengo un compromiso mayor con mi familia y en estos duros momentos he de estar al lado de mi hermano", asegura.

El Cáceres 2016 pide que no se entre en "debates estériles" sobre la situación y en su comunicado oficial añade que "no queda sino esperar con paciencia y sacrificio el desenlace de la situación. Tanto el club como los jugadores del equipo son conscientes de lo que significa la ausencia de uno de sus hombres y, por eso, entre todos, remarán en la misma dirección para ir consiguiendo el mayor número de victorias posible".

Sin embargo, la posibilidad de que no regrese está presente. Muchos se conformarían con que volviese dentro de un mes, pero ha entregado las llaves tanto de la vivienda como del coche facilitados por el club, en previsión de que su ausencia tenga que ser definitiva.