Puebla: Meli; Mari Angeles, Yoli, Laura, Raquel (Fátima, M. 88); Conchi (Tamara, M. 66), Mercedes (Maite, M. 54), Vanesa, Lali; Cecilia y Lourdes (Lupe, M. 83).

Torrejón: Vane; Geli, Amaya, Lucía (Cristina, M. 72), Marta García; Ana Rubio, Silvia, Patri, Saray; Marta Mata (Bea, M. 87) y Jade (Esther, M. 76).

Goles: 0-1 M. 20: Saray. 0-2 M. 68: Marta Mata. 0-3 M. 76: Amaya. 0-4 M. 88: Ana Rubio.

Arbitro: Julián Seco Caballero (Extremeño). Calamitoso, pero no es culpa suya. Tampoco la derrota (0). Amonestó con la tarjeta amarilla a Mari Angeles (71´)/, Silvia (46+), Jade (51´) y Marta García (57´).

Incidencias: Fría mañana, aunque con sol, en el Municipal. Muy poco público en las gradas del estadio poblanchino.

Decepcionante y poco edificante espectáculo el de la gélida matinal de ayer en el Municipal Poblanchino. El Puebla, el mismo capaz de sacar del campo al Levante o ganar al mejor Bar§a en su cancha, ofreció su peor cara y confirmó la segunda y tercera partes del sologismo vital del embajador extremeño en la Superliga Femenina. Ya sabíamos que cuando el Puebla pone trabajo, tesón, raza, sacrificio y concentración es un rival temible capaz de darle el día a cualquiera y pasarle por encima. Pero nos temíamos que sin ese plus, mostrándose como un bloque acomodado y acomodaticio, sin ser capaz de dar la cara, se transforma en un conjunto tan patético como vulgar que no puede aspirar a nada. O sea, y tres, que la actitud decide la realidad del Puebla. Y ayer faltó actitud y humildad y sobró egoismo y pasotismo. Las guerreras parecieron niñas bien en unos juegos florales y así les lució el pelo.

OFICIO MADRILEÑO Para más inri , enfrente tuvo un bloque con mucho oficio y dispuesto a jugar sus cartas a cualquier precio. Hasta cambiaron nombres en la alineación que ofrecieron a la prensa. Luego pararon con contundencia a las locales y aprovecharon la pasividad del pusilánime árbitro del partido para campear a su antojo. Abrió el marcador Saray, en un lanzamiento de falta que envenenó el fuerte viento (m. 20). Meli no pudo hacer nada porque dio la impresión que era objeto de una clara falta. Pero Seco Caballero estaba a otra cosa, o eso parecía.

Luego Marta Mata, con una vaselina genial, casi sentenció (m. 68) y, en pleno desquiciamiento poblanchino, Amaya (m. 76) y Ana Rubio (m. 88) cerraron el 0-4 en sendos despistes defensivos.

Con todo, lo peor no fue el marcador. Duele mucho más como se abandona a su suerte a un equipo como el Puebla desde prácticamente todos los estamentos. Ni a la federación le importa algo su futuro, aún está pendiente el viaje de la vergüenza a Bilbao y siguen llegando árbitros como Seco Caballero a pitar un partido de categoría de élite, ni las instituciones se dan por aludidas, no se recuerda la última vez que algún político y/o cargo remunerado o no pasó por el recinto. Qué vergüenza.