Sucedió el 6 de abril del 2008 y la frase ha quedado en el imaginario colectivo cuando se trata de albergar esperanzas en una situación difícil. «Al loro, ¡que no estamos tan mal!», gritó Joan Laporta, entonces presidente del Barcelona, ante peñistas de su club. En lo mismo están ahora en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad: la derrota dejando buena imagen la pista del líder, el Betis (80-71), pese a ser la séptima consecutiva, y los tropiezos de casi todos los rivales directos en la lucha por la permanencia parecen haber insuflado un halo de optimismo en una situación que es muy negra.

Y es que mirando la clasificación, y pese a una racha tan negativa, la salvación no es utópica. El Cáceres es penúltimo, empatado ya a victorias con el colista, el Prat (balance 6-19 ambos), pero tiene todavía cerca al Araberri (7-18) y ya, en zona segura, a Barcelona B y Canoe (8-17). Al filial azulgrana le tiene ganado el average particular y al equipo madrileño tiene que visitarlo en la última jornada, así como a Prat y Araberri. Claro: para enfriar ánimos, quedan nueve jornadas y que habría que ganar probablemente tantos partidos como hasta ahora, en 25 jornadas, empezando por este viernes con la visita del Iberostar Palma. Otra ‘final’, por descontado.

«Tenemos plantilla para salvarnos y lo vamos a hacer», repiten en el club una y otra vez. Y es que Laporta dio el equipo a Pep Guardiola unos meses después de la mítica frase y es historia lo sucedido después.