Esta noche se cumplen cincuenta días de encierro de la plantilla y el cuerpo técnico del Sporting Villanueva Promesas sin que se conozca si van a ver una solución definitiva a la complicada situación del club, que apenas les ha pagado desde que empezaron los entrenamientos en pretemporada. De momento, todo hace indicar que los jugadores seguirán sin cobrar lo que les corresponde de sus contratos y, como han anunciado, se pondrán en el mercado cuando se abra el periodo de fichajes.

El panorama de futuro no es halagüeño y el desenlace podría ser el mismo que tuvo hace justamente un año el Cerro de Reyes, cuyos futbolistas se pusieron en huelga y, al no comparecer en dos encuentros, vieron cómo el equipo era expulsado de la competición en el grupo de Segunda División B.

Dentro de las posibilidades que se han abierto en los últimos días ninguna parece cuajar. De la reunión que mantuvieron el pasado lunes los dirigentes del club con el presidente de la Federación Extremeña de Fútbol, Juan de Dios Monterde, no se obtuvo ninguna solución mínimamente definitiva, aunque sí tres posibilidades para el futuro de la entidad sportinguista que no se antojan muy positivas ninguna de las tres.

LAS TRES VIAS Una opción sería que los hermanos García salieran del club debido al error legal existente en el traspaso de poderes que se realizó cuando se quedaron con el Sporting Villanueva, ya que al no ser una sociedad anónima, debieron celebrarse unas elecciones o, en su defecto, crearse una junta gestora. Ninguna de las cosas se hizo y por lo tanto el club volvería a pasar a la familia Pérez Hurtado, que fue quien lo impulsó y lo llevó hasta el lograr ascenso a la Segunda División B con un gran desgaste de su patrimonio.

El problema es que los antiguos propietarios tienen tomada la decisión de que disolverían el club, ya que entienden que ellos han cumplido en los años en los que han estado y ahora se encuentran en una situación muy desagradable, sintiéndose señalados como los culpables del conflicto que se ha generado en los dos últims meses. En definitiva, no creen oportuno hacerse cargo de la entidad.

La segunda opción sería crear una junta gestora al frente de la cual estaría un empresario pacense que se ha mostrado interesado en la gestión del Sporting. La cuestión está en que este empresario --cuya identidad no se ha revelado públicamente-- empezaría a pagar desde el día en el que entrara en el club, pero no se haría cargo de las deudas anteriores. Como respuesta, la postura de los hermanos García es que ellos piden 40.000 euros como compensación por la inversión que supuestamente han realizado hasta ahora para abandonar la presidencia.

Por último, los actuales dirigentes sportinguistas aseguran que el viernes podría llegar un posible comprador del club, pero nadie parece creerles ya.

Mientras tanto, en el seno de la plantilla villafresnense existe cierto malestar con el presidente de la Federación Extremeña, Juan de Dios Monterde, porque "no ha cumplido lo que nos prometió". Aseguran que "nos dijo que el lunes tendríamos una solución para bien o para mal y no ha sido así, con lo cual ahora estamos peor que antes porque nos quedan menos días para que llegue el domingo".

El propio Monterde entiende que este malestar de los futbolistas no es justo, ya que, argumenta, "he intentado hacer todo lo posible, pero no puedo pasar en 24 horas de ser el héroe al malo de la película".