Estados Unidos alcanzó hoy, 21 años después, las semifinales de la Copa América Centenario por segunda vez en su historia tras eliminar en cuartos de final a Ecuador por 2-1.

JOE NICHOLSON / USA TODAY

Gyasi Zardes celebra el segundo gol de Estados Unidos ante Ecuador

Los anfitriones del torneo que conmemora el centenario de la competición de selecciones más antigua del mundo participan este año en su cuarta Copa América.

Debutaron en la edición disputada en Ecuador en 1993, en la que acabaron duodécimos. Dos años después acabaron cuartos en Uruguay, su mejor resultado hasta ahora, y su última participación data de Venezuela 2007, donde también ocuparon la duodécima posición.

Como anfitriones, los estadounidenses han logrado por tanto su segunda semifinal tras derrotar por 2-1 a Ecuador en el primer partido de cuartos de final en un partido disputado en Seattle.

Ambos equipos solo se habían enfrentado en una ocasión en la Copa América, la que ganaron los ecuatorianos por 2-0 el 19 de junio de 1993.

En total, estadounidenses y ecuatorianos han jugado con la de hoy en catorce ocasiones, con cinco victorias para Ecuador, cuatro para Estados Unidos y cinco empates.

Estados Unidos aguantó el 'chaparrón' al que le sometió Ecuador en el tramo final del partido y se convirtió en el primer semifinalista de la Copa América tras vencer a los sudamericanos por 2-1. De esta manera, los estadounidenses se han colado por segunda vez en semifinales repitiendo la gesta de Uruguay 1995, en la que finalizaron en el cuarto lugar.

Clint Dempsey se convirtió en la figura estelar y en el máximo responsable de que su país se cuele nuevamente en las 'semis'. El veterano jugador de 33 fue el artífice al marcar el primer gol y casi el segundo, ya que si Zardes no tocaba el balón en la línea, su zurdazo entraba. El delantero, que jugó 'como en casa' -pertenece al Seattle Sounders-, tuvo destellos de calidad que pudieron más que los arrebatos que destilaron en la parte final Arroyo -autor del gol del honor-, Montero y Enner Valencia, que se perdió el empate en dos oportunidades con dos testarazos muy claros.

El encuentro comenzó con un vértigo inusitado. El balón no daba tregua y Bradley y Bedoya por los de casa, y Arroyo y Noboa, en los ecuatorianos, mantenían que el juego se mantuviera entretenido aunque sin lastimar a los espectadores Guzan y Domínguez. El fútbol que se veía era atractivo y vertiginoso, tan así que nadie daba un balón por perdido. Ni Wood, que peleó codo a codo con Mina un balón, evitó que se fuese por la línea del fondo, dio el pase hacia atrás para Jones pusiera un centro preciso a la cabeza de Dempsey que cabeceó impecablemente a la red.

Esa diana dejó tocado a Ecuador, porque en los minutos posteriores estuvo a punto de recibir el segundo, pero esta vez sí estuvo afortunado Domínguez evitando el segundo gol en dos oportunidades (Dempsey y Bedoya). Los anfitriones aprovecharon esa pájara ecuatoriana para sacar la diferencia en el electrónico, aunque no fueron capaces de liquidar el partido.

Después de sacudirse esa 'modorra', los dirigidos por Quinteros -fue expulsado sobre el final- volvió a producir jugadas con criterio y Arroyo tuvo en sus bota el empate en la última jugada.Al regreso de los vestuarios, Ecuador encontró los espacios que le faltaron en la primera mitad y comenzó a lastimar con el acierto y la velocidad que imprimía en sus jugadas Jefferson Montero sobre la banda izquierda, pero la 'tri' no estuvo afortunado y, en una jugada aislada, Dempsey incursionó dentro del área en medio de las camisetas amarillas y sacó un zurdazo cruzado que se metía en el segundo palo, aunque antes llegó Zardes y empujó el cuero en la línea.

Con ese 2-0 parecía que el choque estaba finiquitado para los de Klinsmann. Equivocados estábamos porque Arroyo, desde fuera del área y a la salida de una falta, descontó. A partir de ese momento -minuto 73- Ecuador volvió a coger la velocidad de crucero para asfixiar a Guzan. Tirarron muchos centros al área e hilvanaron jugadas que no pudieron finalizar con aciertos los sudamericanos.

Las más claras las tuvo Enner Valencia con dos testarazos. En ambas jugadas saltó en solitario, pero no fue capaz de acertar con los tres postes del meta yanqui que, en otra jugada, fue el héroe al salvar 'in extremis' un rechace contra su portería de Brooks. Punto aparte para los dos expulsados, en los que el árbitro colombianos no midió con la misma vara, ya que la patada desde atrás de Antonio Valencia a Bedoya fue descalificadora y sólo fue merecedora de una amarilla -era la segunda-; en cambio, a Jones le mostró la roja directa por un pequeño empujón que le dio a un rival en la jugada antes comentada.

Cómo en 1995, en Uruguay, Estados Unidos le está cogiendo un cariño especial a esta competición, que no es la suya, y se mete por segunda vez en cuatro participaciones entre los mejores cuatro de la competición.