«Estamos asfixiados». La frase, en evidente bajo tono, la pronuncia a través del teléfono un significativo dirigente de un club cacereño. Con su entidad, otras siete se encuentran en similar situación a estas alturas. La cantidad, alrededor de 400.000 euros entre ocho clubs. Ese es el dinero que tienen que percibir del Ayuntamiento de Cáceres, imposibilitado para dar un solo euro la temporada pasada por la prórroga de los presupuestos municipales, que derivó en problemas de tesorería que a alguno les quita el sueño al tener contraídas unas obligaciones que no pueden afrontar.

Cáceres Patrimonio y Al-Qázeres en baloncesto (cerca de 200.000 euros entre los dos, los que más tendrían que haber percibido); Cacereño, Diocesano y Femenino Cáceres en fútbol; AD Cáceres de voleibol, CAR Cáceres de rugby y Cáceres Uex de fútbol sala (el que menos, 10.000 euros) están profundamente preocupados con la coyuntura. A falta de unas horas para el cierre del plazo para la inscripción en baloncesto, los dos primeros dos clubs se van a inscribir, pese a que algunos dirigientes hayan alimentado la duda. De momento es significativo que solamente el filial del Cáceres, el Torta del Casar, se haya inscrito, y para eso en liga EBA, en el que el aval y la cuota es baja.

El nuevo gobierno municipal que encabeza el socialista Luis Salaya ya se ha reunido con la mayoría de los clubs, pidiéndoles comprensión y paciencia. A todos ellos les ha mandado un mensaje de tranquilidad, pero el tiempo va apremiando y hay demasiados pagos pendientes, entre ellos los mismos de la inscripción de los equipos en las diferentes competiciones. Salaya también ha prometido que se destinará lo mismo que la anterior temporada (cuando se pueda pagar).

En el Cáceres de LEB Oro, por ejemplo, hay una decepción por lo que se entiende que es escaso el dinero que se compromete (100.000 euros) para un proyecto que vaya a más en cuanto a ambición, de tal manera que el plantel para aspirar a estar en la zona alta difícialmente se va a poder confeccionar.

Un denominador común en los ocho club es la urgencia, en algunos más que en otros. Y la confección de las plantillas, muy condicionadas.