"Estamos con él a muerte. El no tiene la culpa. Nos está dando mucha confianza y sabe que podemos dar mucho más". David Rocha, capitán del Cacereño, es la voz más autorizada del vestuario verde para defender al técnico, Manolo Sánchez Delgado, en tiempos de crisis de resultados.

Rocha se lamenta e incluso se autoinculpa ("yo soy el primero que no lo estoy haciendo bien"), pero excluye al entrenador de una explicación futbolística por la cual se estén acumulando los malos resultados. "El solamente nos puede ayudar a la hora de prepararnos para los partidos; los que fallamos somos nosotros", reflexiona el ´7´ del Cacereño, para quien todo va a cambiar en el futuro más inmediato, el domingo ante el Universidad de Las Palmas. "No somos tan malos", insiste.

Para Rocha, el equipo no lo está haciendo bien, pero tampoco de forma tan negativa como para haber sumado solamente seis puntos. "Nos falta la pausa final en el pase. Especialmente fuera de casa, estamos jugando bien al fútbol y no salimos a dejar pasar el tiempo sin atacar. Ante el Coruxo volvió a suceder lo mismo que en anteriores encuentros. Fue más de lo mismo y, aunque nos empataron rápido, tuvimos después 3 o 4 grandes ocasiones, pero no las aprovechamos y lo pagamos después en una segunda parte que estuvo más igualada".

Vestuario unido

El centrocampista verde dice que este equipo reúne todas las condiciones como para no estar en la situación actual, "incluido un gran vestuario, en el que todos nos llevamos muy bien". Argumenta el jugador que la plantilla "está con el entrenador" e insiste en que los que están fallando en el momento clave son los futbolistas.

Rocha también añadió que, tras el encuentro ante el Coruxo en Vigo, estuvo charlando con el consejero delegado del club, Antonio Martínez Doblas. "Entre comillas, estaba contento por cómo habíamos jugado, y él cree en nosotros y tiene confianza", cuenta.

Mientras tanto, el equipo vuelve al trabajo hoy para preparar el encuentro ante el Universidad de Las Palmas. Anotar el primer gol en casa ante un viejo conocido, el meta Vargas, es el gran objetivo.