Con la misma elegancia con que se desenvuelve en el campo, con la misma frialdad con que procesa el juego, Xavi Hernández degustó el triunfo del Barça sin querer hacer leña del Real Madrid. ¿Prudencia? ¿Pudor? ¿Educación? Seguramente por todo. Ni un signo de revanchismo ni una factura por pasar se guardó el cerebro azulgrana, que aconsejó a los aficionados a conservar la misma actitud de disfrutar de la goleada antes que hacer leña del rival.

"Este 5-0 supera el 2-6, jugamos mejor", afirmó Xavi, privilegiado participante de las dos exhibiciones del Barça ante el Madrid. "Hubo una tremenda superioridad en todos las facetas", analizó el centrocampista, sin querer ocultar la infinita satisfacción que sentía la plantilla. "Es un día para disfrutar que eres culé".

CAMBIO DE SUPREMACIA Pero ha habido muchos días de felicidad para los barcelonistas, especialmente desde la llegada de Guardiola. El 2-6 certificó el cambio de la supremacía del fútbol español con un resultado jamás visto en un clásico y certificó la conquista de la primera de las dos Ligas ganadas por este equipo. El lunes, en el Camp Nou, solo se ventilaban tres puntos que tal vez no sean decisivos en el devenir del campeonato. El valor de la imagen ofrecida fue mucho mayor. Xavi no cree que la diferencia real entre los dos equipos sea la que reflejó el marcador ni que la goleada tenga futuras repercusiones en el Madrid más allá de una noche de insomnio.

"Dije hace días que no queríamos entrar en guerras dialécticas, que solo queríamos competir en el campo 90 minutos", recordó Xavi. "Jugamos con el mismo respeto ante el Almería que ante el Madrid. El mérito es del equipo que golea y no demérito del rival", comentó aludiendo a las presuntas facilidades que había dado el exconjunto de Lillo en la jornada anterior.

CURA DE HUMILDAD Ese fue el sentimiento que anidaba en Sergio Ramos cuando realizó una dura entrada a Leo Messi en el último minuto. "La patada es de una violencia extrema. Es rabia, impotencia, y eso en el deporte se puede llegar a entender", dijo Xavi, recordando que él recibió un vapuleo por 4-1 en el Bernabéu hace tres años.

"No somos quienes para decir si es una cura de humildad para ellos o no. Nosotros no tenemos nada que reivindicar ni jugamos para lanzar mensajes a nadie", comentó con serenidad. No suscribió la tesis de que este Barça es el mejor de la historia --"queda feo que lo digamos", afirmó--, pero tiene claro que este equipo "no tiene nada que reivindicar".