La pregunta tiene algo de tópico, claro. «¿Qué es lo que más te preocupa del rival?». Se la soltaron este viernes a Roberto Blanco, el técnico del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, de cara a la visita al Clínica Sur-Aspasia Real Valladolid del domingo. Blanco no se refirió a un aspecto del juego ni a ninguna de sus figuras del oponente, uno de los máximos candidatos al ascenso, sino a su colega en el banquillo. «Me preocupa Hugo López. Soy muy respetuoso con los entrenadores y todos tienen un nivel altísimo, pero es que este es un referente para los que estamos en esta liga», soltó.

Tiene un buen currículum López, sí. Entre otras cosas, ha sido ayudante de Pablo Laso en el Real Madrid, campeón de la liga canadiense, seleccionador sueco y tuvo una breve experiencia como entrenador de la Liga Endesa con el Fuenlabrada. Eso sí: los dedos le señalaron cuando se le acusó de participar en la consecución de pasaportes falsos de Guinea Ecuatorial, donde también entrenó.

La pasada campaña ya llevó al refundado equipo pucelano al primer puesto de la tabla durante la mayor parte de la liga regular y ahí estaba cuando todo se detuvo. Hubiese podido ascender de lograr los requisitos económicos, pero el club, en pleno proceso de colaboración con el de fútbol, estimó que no era el momento de revolver Roma con Santiago para lograr el dinero.

Quizás pueda ser esta temporada. Sigue fichando con tino y su arranque ha sido positivo (tres victorias y una derrota, la del pasado fin de semana ante el Breogán). Aparte de al entrenador, Blanco se rindió a algunas de sus individualidades, como los veteranos Nacho Martín y Sergio de la Fuente, el explosivo Reed Timmer en la dirección y un Joey van Zegeren al que el propio Cáceres quiso el pasado verano en el puesto que ahora ocupa Roeland Schaftenaar.

«Nos espera uno de los equipos favoritos para subir, tanto por confección de plantilla como por juego», analizó el técnico del Cáceres, que respondió con la más amplia de sus sonrisas cuando se le preguntó por las críticas de la madre de Devin Schmidt, Andrea Dobson, a sus decisiones en el partido ante el Palencia. «No me molesta lo más mínimo. Devin es un chaval fantástico, currante. Entiendo que su madre quiera que juegue más, aunque ya juega mucho. Me lo tomo como algo gracioso. Es algo anecdótico. No tengo ningún problema con este tipo de cosas», dijo.

La jornada en el grupo A arrancó ayer con el partido entre Tizona Burgos y Ourense. Ganaron los visitantes (69-80).