En medio de la situación de crisis general, el mundo del fútbol sigue impermeable a según qué recortes. O eso parece ante el baile de cifras que marcan el inicio del mercado de fichajes de verano. De momento, casi nadie ha movido un dedo para abrir la caja, pero se adivina que tarde o temprano habrá movimientos multimillonarios. Y de gran calado, pese a que los grandes (Barcelona, Real Madrid, Manchester United, City o Chelsea, dispuesto a pagar 15 millones de euros por llevarse al técnico portugués del Oporto, Villa Boas, Inter y Milan, entre otros), no se han movido nada.

La cuestión es que, siguiendo la línea de los últimos años, las diferencias entre los clubs van en aumento y la frontera entre fútbol rico y fútbol pobre es cada día más evidente, a pesar de que los problemas financieros acosan también a los más poderosos. Ese círculo exclusivo se ha ido reduciendo, como lo evidencia el hecho de que los jugadores que ahora mismo más alto cotizan figuran en una lista casi común de cuatro o cinco clubs. Para el resto de los equipos son realmente inaccesibles.

SUBASTA Los nombres de Rossi, Alexis, a quien el Udinese no para de subastar ("su valor de mercado es de 50 millones de euros", dijo ayer Gianpaolo Pozzo, el propietario del club italiano), Neymar, Cesc, Kaká, Agüero, futbolistas con un precio a partir de los 30 millones de euros, se asocian en mayor o menor grado a un grupo de clubs que están muy por encima de los demás. Barça, Madrid, Manchester City, Manchester United, Chelsea, Inter y Milan parecen los únicos que pueden afrontar este tipo de inversiones, aunque algunos también sean víctimas de las dificultades económicas. A ellos se puede sumar el Juventus, metido en la puja por hacerse con el Kun, cuyo relación con el Madrid parece estar estancada.

JEFFREN PARA ABARATAR El Barça es un ejemplo. El club ha insistido en repetir el mensaje de que solo dispone de 45 millones para fichajes más los que pueda ingresar por la venta de jugadores. Inicialmente no está en condiciones de afrontar una gran inversión, pero que incluso así, es fácil que acabe gastando entre 60 y 90 millones de eurospara reforzar al bicampeón. Una situación que comparten los otros grandes y que se sustenta sobre todo en la alta capacidad de generar ingresos y, por tanto, en la posibilidad de endeudarse.

Alexis está pendiente en Chile de que se cierre la operación, pero no en los términos económicos planteados por el Udinese. "¿Aceptamos contrapartidas técnicas? Si son útiles al equipo, sí", dijo Pozzo sin dar nombres. Jeffren sería uno de los jugadores incluidos para abaratar la operación, sin descartar que Jonathan Soriano vaya al Granada, club controlado por la familia Pozzo.

Entre tanta crisis, el fútbol es una excepción en el mundo del deporte. En todos los ámbitos han disminuido los ingresos tras la caída de muchos patrocinadores. Precisamente, esta deflación generalizada es uno de los argumentos que utiliza la directiva del Barça para justificar los recortes en las secciones. El club sostiene que, con menos presupuesto se puede mantener el nivel de competividad ya que los otros clubs también sufren los efectos de la crisis.

Así ocurre en baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey patines, donde las cifras de traspasos y contratos no siguen el camino al alza del fútbol. Entre las escasas excepciones se encuentran los grandes clubs de baloncesto griegos, financiados por millonarios que manejan cantidades por encima del resto del mercado, en una situación que guarda cierto paralelismo con lo que ocurre en el fútbol. El City, impulsado por los petrodólares de Bin Zayed Al Nahyan le da al Udinese por Alexis lo que no tiene el Barça. Pero el veloz y joven extremo chileno (22 años) presiona para jugar con Messi.

CONTACTOS POR NEYMAR El presidente del equipo brasileño confirmó que el Madrid ha iniciado contactos para fichar a Neymar. "Si alguien paga 45 millones de euros y el jugador se quiere ir, no se puede hacer nada", declaró Alvaro Ribeiro, que añadió que el club blanco no es el único interesado en el delantero de 19 años. También admitió que tras la Copa Libertadores, los clubs podrán hablar con el jugador, a quien recomienda que siga en el Santos. "Si tiene el coraje de quedarse en Brasil, en vísperas de un Mundial, serviría como ejemplo de un jugador que no se rinde a un puñado de dólares o euros. Cuando acabe su contrato aquí tendrá 23 años y el 100% de sus derechos. Entonces podría ganar 100 millones", dijo Ribeiro.