Polémica para evitar la polémica. Así puede resumirse el estreno del videarbitraje, que se aplica para intervenir en un partido oficial y que ha visto cómo su puesta de largo en el encuentro entre el Atlético Nacional y el Kashima del Mundial de clubs ha desatado la controversia después de que Viktor Kassai, árbitro húngaro de la primera semifinal, del cometiera un error mayúsculo al señalar penalti en una acción en la que hay fuera de juego del equipo beneficiado por la pena máxima.

Los árbitros asistentes de vídeo, los llamados VARS, revisaron una jugada en la que el equipo japonés pidió penalti. El paso siguiente fue avisar al colegiado, que detuvo el juego para visionar durante unos minutos la acción en una pantalla cercana al terreno juego. Tras volver sobre sus pasos, el colegiado húngaro señaló penalti a favor del Kashima sin reparar en que en la jugada había fuera de juego de un jugador del equipo japonés. El equipo japonés ganó 3-0 al Atlético Nacional y jugará la final del Mundial de clubs con el vencedor del Real Madrid-América de México que se disputa hoy.

La infracción, supuestamente, tenía lugar en una jugada a balón parado cuando los futbolistas del Kashima, de Japón buscaban un remate en el área del Atlético Nacional.

Lo que ha provocado la gran polémica es que el futbolista arrancaba en fuera de juego en esa jugada, por lo que ya no había lugar a la posterior pena máxima.

Doi, ariete de Kashima, no desaprovechó la oportunidad de marcar de pena máxima, el primero gracias a las asistencias del videoarbitraje. Tras la acción, el árbitro ha señalado tres minutos de descuento en la primera parte por la interrupción de la acción del penalti.

Revisar el fuera de juego

La decisión va a traer cola. No porque Kassai se atreviera a señalar un penalti a través de las repeticiones, sino porque en la misma jugada el jugador que sufre la entrada venía de fuera de juego que no señaló el húngaro. Se supone que los fueras de juego son una infracción no revisable para evitar paradas continuas del partido, pero esta medida podría ser reformada para evitar posibles polémicas como la que surgirá tras ese gol.

En principio, los asistentes de vídeo revisarán las acciones consideradas graves, como goles, penaltis, tarjetas rojas y casos de identidad equivocada. Sin embargo, será el colegiado el que tome la decisión final.

Los árbitros VARS han realizado, bajo la supervisión de la FIFA, sesiones teóricas y prácticas en entrenamientos. Previamente a su estreno en el Mundial de clubs se incluyeron sesiones con cámaras de televisión y el llamado Ojo de Halcón en el Nissan Stadium de Yokohama. Se da la circunstancia de que 12 países llevarán a cabo pruebas similares durante dos años.